La colposcopia es una evaluación visual, con un aparato óptico que amplifica imágenes, en el que se evalúa la respuesta celular en el cuello uterino y las paredes vaginales ante la aplicación de soluciones como solución fisiológica, ácido acético y lugol.

¿Quien realiza la colposcopia?

El médico especialista en ginecología es el responsable de realizar esta prueba en la consulta, al igual que la citología, se recomienda realizar una vez al año; ya que en ella se pueden evidenciar lesiones a nivel del cuello uterino y vagina y acorde a los hallazgos el médico puede tomar muestra de tejido sospechoso para un análisis anatomo-patológico, en el que se detallen el crecimiento celular.

De igual forma en la colposcopia también se observa la vascularización en el cuello uterino.

La colposcopia y la citología vaginal son procedimientos ginecológicos que van de la mano, en cuanto a que ambos son preventivos del cáncer de cuello uterino, considerado una de las primeras causas de muerte en muchos países como España donde es el segundo cáncer más frecuente.

Preparación para el proceso

Esta evaluación puede durar de 5 a 15 minutos, ya que requiere de tiempo para observar detalladamente si hay lesiones en el cuello uterino, entre los requisitos para esta evaluación la mujer no debe estar menstruando ni haber tenido actividad sexual al menos 48 horas antes al igual que no haberse colocado óvulos, ni haberse realizado duchas o lavado vaginal.

La aplicación de soluciones se realiza con un hisopo vaginal en el siguiente orden: solución fisiológica, ácido acético diluido y lugol. El colposcopio puede estar conectado a una cámara de video y una pantalla, que permiten visualizar ampliamente las imágenes captadas en el chequeo; el óptico de este aparato permite observar con una fuente de luz blanca y un filtro de color verde para detallar la vascularización del cuello uterino. La complicación más frecuente es el dolor y el sangrado a causa de la toma de muestra para biopsia, que generalmente son controlados oportunamente por el médico en la consulta.

La colposcopia es un procedimiento ambulatorio y de carácter obligatorio a pacientes en las consultas de patología cervical, siendo su objetivo diagnosticar y/o controlar enfermedades como el VPH, lesiones en el cérvix (LIEBG), Neoplasia Intraepitelial Cervical (NIC), lesiones infliltrantes y cáncer de cuello uterino.

Los resultados obtenidos en el estudio colposcopico e histopatológico pueden propiciar la aplicación de tratamientos tales como: el Asa de Leep, cauterización de lesiones y/o papilomas, crioterapia y cono biopsia.