La Ciencia siempre ha tratado de descubrir qué constituye la Vida. Las ideas de Galeno fueron las primeras que dominaron el mundo sobre esta cuestión. Los gladiadores y él como médico fueron claves para ello, pues ponía todo su empeño en mantener a los gladiadores heridos con vida. Creó una obra enciclopédica sobre anatomía y aunque contenía muchos errores fue un libro de referencia durante más de mil años.

En la Italia del Renacimiento se cambió la forma en la que se veía el mundo. Brunelleschi usando las matemáticas e involucrando las catedrales fue partícipe de este cambio. Gracias a él comenzó la perspectiva en la pintura moderna y creó un nuevo deseo de realismo. A raíz de aquí, Da Vinci realizó numerosos bocetos del cuerpo humano y demostró como los huesos estaban conectados a los músculos y viceversa.

Los estudios de anatomía florecieron en Padua. Se creó un teatro anatómico y la participación fue tan alta que no se contentaban solo con animales, también querían estudiar humanos y se utilizaron cadáveres de criminales ajusticiados.

De esta forma se refutaron las ideas, innegables hasta entonces, de Galeno. Besallius fue el precursor de esta nueva anatomía y en corregir los errores de éste.

Harvey, en Inglaterra, empezó a trabajar sobre cómo funciona el cuerpo en el siglo XVII. Se fijó en la función, al contrario que Vesalius, que lo hizo en la estructura. Rechazó la idea que se tenía que el hígado creaba la sangre y el resto del cuerpo la consumía y descubrió que la sangre circulaba por el cuerpo y el corazón era el principal motor del aparato circulatorio.

Posteriormente, Borelli tomó los análisis de la mecánica y los aplicó a la vida tratando de comprender el cuerpo. Trabajó con los tejidos óseo y muscular y con el corazón e inspiró la Biomecánica.

Se llegó a la conclusión que el cuerpo era algo mecánico pero no sabíamos que era lo que lo impulsaba.

A partir de 1771, Galvani descubrió que tocando las patas a las ranas con distintos metales podía hacerlas vibrar y dijo que lo que hacía que los tejidos estuvieran vivos era la electricidad. Humboldt también fue clave en estos estudios que no dieron resultados.

En el siglo XIX, Berlín invirtió mucho en industria y tecnología y surgió la idea de laboratorio moderno en lugar de genios solitarios. A través de un microscopio en el siglo XVII y gracias a un tapón de corcho ya se consiguió ver una célula pero quedó en el olvido hasta que llegó este siglo y estos nuevos laboratorios. Se descubrió que toda la vida estaba formada por células.

En la década de 1850, entraron en escena los tintes sintéticos y se creó una nueva paleta de colores. Los cromosomas fueron descubiertos gracias a estos tintes sintéticos que se creaban de forma química.

En un pueblo de Tyneside se creó una crisis moral por culpa de la electricidad. Allí se pretendió crear una bomba nuclear. Fue un punto de inflexión y los expertos dejaron de participar en creaciones que destruyeran la vida para hacerlo en cosas que la creasen.

Wilkins fue a Londres a estudiar el cromosoma y trabajó junto a Franklin. Intentó extraer ADN de sus propias células. En Cambridge, Crick y Watson publicaron la doble hélice sobre el ADN y se llevaron la gloria. Se convirtió en el fundamento de la de la vida.

Hemos descubierto que no basta con el ADN para crear vida, se necesita la célula entera. Algún día comprenderemos cómo se combinan los componentes de ésta y cómo crean vida. Respecto a la comprensión de la vida aún queda mucho camino por recorrer.