Las Arañas de jardín, saltarinas, son de sobra conocidas en nuestro país. Es común verlas en nuestras terrazas, parques y jardines, así como alguna que otra vez en casa. Son diminutas y sus poderosas patas les permiten pegar saltos sorpendentes para su tamaño. Se alimentan de pequeños insectos que cazan gracias a la velocidad increíble de su salto y la fuerza de sus quelíceros. Son inofensivas para el ser humano y el único daño que pueden causar viene de la malísima fama de las arañas y de lo extendida que está en nuestra cultura la aracnofobia.

Recientes investigaciones sobre estos pequeños animales de ocho ojos, han puesto de relieve que su mundo sensorial no termina en su vista, sino que estos seres además perciben la realidad gracias a su sentido del tacto. Los pelos de sus patas y la sensibilidad que tienen sus ocho extremidades les permiten hacerse una imagen del mundo de lo más completa y adaptada a su necesidad de cazar.

Las arañas, según ésta investigación, son capaces de oír con sus patas, sonidos que están situados a más de tres metros de ellas. Probablemente por la sensibilidad de su piel al efecto físico del sonido. Lo sorprendente del caso es que éstas arañas carecen de tímpanos. Sin embargo son capaces de percibir el sonido de bajas frecuencias y de actuar en consecuencia: Pasa a estar inmóvil en menos de cien milisegundos.

Ésta característica les permitiría adaptarse a un entorno donde más de un parásito tiene como objetivo poner sus huevos sobre los de la araña.

El método para observar cómo la araña oye es el siguiente: Se monitoriza el cerebro de la araña con sensores. Se estimulan algunos de sus pelos con la intención de comprobar si hay alguna señal en el cerebro.

Finalmente, se comprueba que, efectivamente, los impulsos nerviosos cerebrales del animal son comparables a los que se observa en los animales con tímpano frente a un estímulo auditivo.

El equipo del científico Paul Shamble estudia en éstos momentos a otras especies de arañas para comprobar si están dotadas de éste particular sentido de la escucha.