Marc y Paula desaparecieron en la zona del pantano de Susqueda, en Girona, hace 33 días. Los jóvenes habían decidido pasar unos días de acampada y dirigirse hacia el pantano para practicar Kayak. Tras la denuncia de sus familiares, los Mossos encontraron, durante la primera semana de ausencia, el coche de la pareja y la embarcación. Desde un primer momento, los más allegados descartaron la hipótesis de una huida voluntaria, algo que para los investigadores tenía valía tras hallarse el diario de Paula y no contener nada que pudiera revelar esas intenciones.

La forma en la vehículo fue arrojado al pantano, de manera intencional y las condiciones en las que se encontró el kayak (con piedras dentro) hicieron sospechar que los jóvenes habían sido víctimas de una desaparición forzada y no podrían estar muy lejos.

La bajada del caudal del pantano, durante las últimas horas, favoreció para que los Mossos hallaran dos cuerpos en una zona que ya había sido peinada. Los cadáveres se corresponden al de un hombre y una mujer. Según algunos trascendidos uno de ellos estaría maniatado. Ambos presentarían signos de violencia y estarían semidesnudos.

Cabe recordar que un testigo de aquella noche en la que los muchachos desaparecieron aseguró haber escuchado disparos.