Colombia ha sido afectada por la #Violencia y una de las acciones criminales más implementadas por los grupos al margen de la ley, FARC y ELN, en contra de la población civil y las Fuerzas Armadas colombianas, ha sido la instalación de minas antipersona (MAP) las cuales han dejado un total de 11.485 víctimas, 4.457 son civiles y 7.028 integrantes de las Fuerzas Militares, según las más recientes cifras brindadas por el Dirección de Acción Integral Contra minas antipersona, DAICMA.

La voz de las víctimas

Edgar Moreno Moreno hace parte de las 11.485 víctimas que han dejado las minas antipersona en #Colombia.

Nació en el municipio del Carmen de Chucurí en el departamento de Santander en el oriente colombiano, a sus 14 años tuvo que salir de su tierra natal por causa de la guerra tal como él lo cuenta "Algunos amigos de infancia los reclutó la guerrilla y a mí por una amenaza me tocó irme para Barrancabermeja a los 14 años porque me amenazaron que si no me iba con ellos me mataban".

El Carmén de Chucurí es un pequeño pueblo ubicado entre montañas sembradas de cacao y Café, productos típicos de esta región del país. Para los años de 1964 la tranquilidad de este municipio se ve interrumpida con el nacimiento del ELN (Ejército de Liberación Nacional) uno de los grupos armados al margen de la ley más grandes y conocidos en el país, por todo el daño y acciones criminales que ha causado a los colombianos.

Con el pasar de los años la violencia se apoderó de El Carmen de Chucurí y este grupo guerrillero dio inicio a la siembra de minas antipersona, explosivo que se convertiría en el enemigo silencioso de miles de personas: "Yo al salir corriendo y pasar un portillo pisé una mina, ahí unos señores de la finca me auxiliaron y me llevaron al centro de salud" este es el testimonio de Edgar Moreno, quien conoció la dureza y frialdad de la guerra, al pisar una mina antipersona que acabó con su pierna izquierda.

Años más tarde, este valiente se convierte en ejemplo de superación para miles de víctimas y es nombrado el Enlace de Víctimas y con su esfuerzo y ganas de salir adelante, sin su pierna y sin prótesis empieza a hacer realidad uno de sus sueños desde que era pequeño, ser un gran ciclista: " Participé en varias competencias de ciclismo y ya en el 2004 fui a los juegos nacionales y quedé campeón nacional en velocidad y pista, soy multi-medallista y quiero ser campeón mundial" afirma este luchador.

Después de varios años, decidió regresar a su natal Carmen del Chucurí, allí donde perdió su pierna, esta vez para crear una escuela de formación deportiva para los más pequeños de esta región y también, para volver a caminar por las tierras que en algún momento le arrebataron todos sus sueños, pero que ahora gracias al desminado humanitario, puede volver a recorrer con tranquilidad tal como él lo afirma: "Llevan cinco años limpiando el Carmen del Chucurí, eso para mí como superviviente es muy importante".

Nace el desminado humanitario en Colombia

El seis de agosto del 2016, por medio de una ceremonia militar el presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, inaugura la Brigada de ingenieros de desminado humanitario N°1 del Ejército Nacional de Colombia diciendo: "será la brigada más importante dedicada al desminado en todo el planeta.

No hay otro ejército, no hay otro país que tenga una brigada como la que acabamos de activar".

Actualmente, se han logrado despejar 2.917.660 m² del territorio nacional, como lo demuestran las cifras del DAICMA. De igual forma, se han destruido o neutralizado 5.508 artefactos explosivos entre minas antipersona, municiones sin explosionar y artefactos explosivos Improvisados y se han entregado ocho municipios libres de sospecha de minas de los cuales, seis de ellos, han sido declarados territorios descontaminados, de acuerdo a las cifras proporcionadas por la Brigada de desminado humanitario N°1.

El trabajo incansable de estos hombres y mujeres que a diario arriesgan sus vida por salvar las de los demás, ha permitido que muchas de las personas que en algún momento abandonaron sus tierras hoy vuelvan a caminar tranquilamente por ellas, sin miedo a que sus sueños sean arrebatados por una mina antipersona.