A finales del año 2001, la Argentina vivió una crisis económica, política y social inédita hasta entonces en su historia. Una coalición de gobierno denominada "Alianza", con Fernando de la Rua al frente, llevó al país al mayor descalabro de que se tenga memoria y, como consecuencia de ello (y con 39 muertos por la represión de por medio), la corriente se llevó puesto al gobierno al grito popular de "Qué se vayan todos..."
Parece ser que la memoria fue de corto plazo, ya que en diciembre de 2016 asumió un gobierno con "casi todos" de vuelta en el ruedo...
Desde que asumió el Poder Ejecutivo, Mauricio Macri y su equipo no paran de tomar todo tipo de medidas impopulares y negativas para el grueso de la población, incluso para aquellos que apoyaron su canditatura en las urnas.
La primera fue una brutal devaluación del peso argentino con respecto al dolar estadounidense, que concluyó en aumentos arbitrarios de los precios de los Commodities, ahora cotizando en el mercado local a precios internacionales.
A eso debe agregarse un dudoso y apresurado arreglo con los holdsouts (Fondos Buitres) quienes accionaban por remanentes de deuda de la crisis antes mencionada, no negociados en su momento y que dejó un tufillo de actos de corrupción...
Por el lado de los servicios públicos básicos de electricidad, gas y agua los aumentos desmedidos sólo se detuvieron, a medias, a través de acciones judiciales de amparo.
Hay que destacar que el ministerio de energía está encabezado por un ¿ex? CEO de la Royal Dutch Shell quién no dudó en beneficiar a dicha compañía, situación que se asemeja en casi todas las áreas de gobierno...
El titular del ejecutivo nacional, es uno de los más -sino el más- denunciados por presunta participación en el escándalo internacional de lavado de activos conocido como "Panamá Papers".
A este cocktail se deben agregar un intento de beneficiar a la empresa de su propia familia, Correo Argentino, condonando su deuda con el Estado, por la escalofriante suma de 319 millones de dólares. Esta medida no se llevó a cabo, aun, ya que al hacerse público a través de la prensa y por la subsecuente intervención judicial, no quedó otra opción que volver atrás.
Y, como si esto fuera poco, existen indicios de participación en supuestos casos de sobornos en el "Lava Jato" brasileño, que tiene en jaque al gobierno carioca... y hay más.
Mientras esto ocurre y ante la efervescencia por el malestar ciudadano, frente a una durísima realidad cotidiana, inflación desbordada, desocupación creciente, liberación indiscriminada de importaciones (de productos elaborados por trabajo esclavo que perjudica notablemente a la producción nacional y al mercado interno) y reducción de partidas presupuestarias destinadas a la seguridad social, salud y educación, las únicas respuestas a los reclamos populares son más ajuste y en el caso de los docentes, represión a sus movilizaciones.
Tal fue el caso reciente de la violenta reacción policial inducida en dos protestas de maestros, en las cuales claramente se muestra que llevaban a cabo sus reclamos en forma pacífica...
La doble vara del Estado, o como dice la gente: "son fuertes con los más débiles y débiles con los fuertes". Esperemos que "los débiles" no se cansen de tanto ser manoseados y no terminen generándose situaciones más peligrosas y de difícil e inciertos resultados.