El pasado mes de enero, McLaren Automotive (división de coches de calle) anunciaba a bombo y platillo que los futuros coches desarrollados por la marca equiparán motores BMW. Este movimiento se produce debido a que, desde Woking, se han establecido la meta de producir solamente coches híbridos, y para 2022 una producción de coches 100% eléctricos.

Este acuerdo de colaboración, no es el primero entre las dos marcas, pues a principios de los 90 ya trabajaron juntas para motorizar al legendario McLaren F1, con un motor V12 de 624 CV, una bestia, y el coche más rápido por entonces.

Pero esta nueva relación, se extiende más allá de la colaboración en un único motor, se trata de un mega acuerdo a largo plazo entre dos de las compañías con mayor prestigio en el ámbito de I+D+i, en el que compartirán y desarrollarán tecnologías tales como: la conducción autónoma, la recuperación de energía, baterías, motores híbridos y eléctricos y demás innovaciones del ámbito automovilístico. Pues, tanto McLaren como BMW, se preparan para evolucionar y revolucionar el sector automovilístico, pasando de ser empresas de automóviles a empresas tecnológicas de desarrollo y prestación de servicios.

En los últimos años, la marca de Múnich viene invirtiendo grandes cantidades de dinero, algo más de 5.169 millones de euros, el equivalente al PIB de Portugal, en un centro técnico que, según datos de la consultora KPMG, hace de BMW la empresa líder en innovación y desarrollo de tecnologías en el sector automovilístico.

Todo esto extrapolado al mundo de la Fórmula 1, permite pensar que, si el proyecto con Honda fracasa, como parece más que evidente, esta tecnología se trasvase también a la filial McLaren Racing, responsable del equipo de F1. Pero en esta ocasión no se precipitarán como hicieron con Honda, sino que permitirán a BMW trabajar durante un tiempo en desarrollar motores de similares características, si no iguales para sus superdeportivos, obteniendo así un importante banco de pruebas que permita corregir errores y estudiar datos, evitando el ridículo que está haciendo desde 2015 Honda por su precipitada entrada en la competición.

Sería un modelo similar a lo que hace el grupo Daimler-Mercedes Benz, con su escudería de Fórmula 1, MercedesAMGF1, la cual desarrolla tecnologías en sus motores híbridos que los hacen compatibles con su uso en la competición, la cual dominan con puño de hierro desde el año 2014.