¡Caballeros, arranquen los motores! Así comenzó la carrera de las carreras, en el circuito de La Sarthe, donde hubo un invitado de excepción dando el banderazo inicial, el ya once veces campeón de Roland Garros, Rafael Nadal.

El duelo Toyota vs Le Mans

Aunque toda la atención estaba centrada en el duelo de los dos Toyota en la categoría LMP1, en los que el 7 pilotado por: Mike Conway, “Pechito López” y Kamui Kobayashi; y el 8 pilotado por: Sebastian Buemi, Kazuki Nakajima y Fernando Alonso. Partían como favoritos y debían batirse en duelo, en una oportunidad única por parte de los nipones de hacer historia, al optar a su primer entorchado en Le Mans, tras casi cuatro décadas intentándolo, y acariciando la victoria previamente hasta en seis ocasiones, donde averías mecánicas y el infortunio se cebaron con los de Toyota.

El Toyota 8 de Fernando Alonso ostentaba la pole, conseguida previamente en las tres tandas clasificatorias por Kazuki Nakajima. El primer relevo de la carrera fue para Sebastian Buemi, el cual se mostró sólido en carrera, posteriormente avanzada la tarde, fue el turno de Fernando Alonso, y finalmente Kazuki Nakajima.

Las primeras horas transcurrieron sin mayores incidentes, salvo el toque inicial de uno de los Rebellion 1, de André Lotterer y Bruno Senna, entre otros, que perdió el morro del prototipo, pero que fue ganando terreno en las siguientes horas de carrera. En cuanto a los Toyota, se marcaban en corto, apenas 3´5 segundos de diferencia entre uno y otro, y adelantándose en cuanto tenían oportunidad.

Una vez que el tráfico ya empezaba a ser más numeroso y salió el Pace Car por el incidente de otro de los LMP1, el ByKolles Nissan Nismo, la distancia ascendió a 35 segundos de diferencia entre el 7 que pilotaba Kobayashi en ese momento y el 8 que pilotaba Nakajima.

Entrada la noche, se mantenían las distancias entre los dos Toyota en torno a los cuarenta segundos, hasta que Buemi, que pilotaba el 8 en ese momento, cometió una infracción al saltarse el límite de velocidad impuesto en la entrada a boxes, por lo que dirección de carrera sancionó al Toyota 8 con 2 minutos de Stop&Go, que disparó la distancia entre los dos Toyota en casi 3 minutos.

Teniendo en cuenta la distancia y la igualdad de ambos, salvo avería del 7 o la aparición de varios safety cars en las horas siguientes dificultaban sobremanera las posibilidades de victoria de Fernando Alonso.

Noche mágica de Alonso en Le Mans

Ante esta situación y sobrepasada ya la medianoche, Fernando Alonso tomó el relevo en el 8 de Toyota y el argentino “Pechito López” en el 7, y entonces comenzó la magia del asturiano en la noche francesa, haciendo uno de los relevos más memorables de la historia de Le Mans, reduciendo la distancia de 2 minutos y 40 segundos a únicamente 44 segundos, cuando se bajó del Toyota y dio paso a su compañero Nakajima.

Desde Toyota, no daban crédito a lo que veían, pues la noche siempre es más dificultosa en cuanto a gestión de tráfico, tomar la trazada de las curvas y el cansancio, y más para un rookie como Alonso. Pues nada de esto pudo con la presdigitación al volante del asturiano, cuya telemetría se consideraba como de otro mundo dentro del equipo, destacando su velocidad y constancia, un auténtico martillo pilón.

Esta circunstancia fue beneficiosa, porque tanto Nakajima como Buemi, siguieron posteriormente un ritmo muy similar al marcado por el asturiano, durante las últimas horas de la noche y primeras de la mañana, dando caza al 7.

Último stint, de camino a la victoria

Fernando Alonso se subió en su último stint a las 09:30 de la mañana y poco después conseguía adelantar en pista a Pechito López, a partir de ahí estiró la diferencia hasta llegar casi un minuto y medio beneficiado también por un safety car.

Al mediodía, Alonso dejó su asiento a Nakajima, porque los japoneses querían que un nipón viera la bandera a cuadros en la primera victoria de la historia de Toyota en Le Mans. Y así hasta las 15:00 horas, salvo un susto que dio el Toyota 7, pilotado por Kobayashi en ese momento, por quedarse sin combustible, y que aumentó la distancia a 2 vueltas entre los dos Toyota.

Llegado el final, la apoteosis se produjo al cruzar los dos Toyota por línea de meta, los nipones acababan por fin con su maldición y Alonso pasa a la historia al ganar la carrera, pues desde 1972 no ganaba un campeón del mundo de Fórmula 1 en Le Mans, el último fue Graham Hill.

En cuanto a las otras tres categorías, en LMP2 paseo militar y victoria del equipo G-Drive 26 de Vergne; precioso duelo Porsche-Ford en GTE-Pro, que ganaron los alemanes finalmente con el Porsche 911 92.

Y en la categoría GTE-Am, victoria del equipo Proton-Dempsey 77.

La próxima cita en el WEC serán las 6 horas de Silverstone el 19 de agosto, donde Toyota y Fernando Alonso esperan afianzarse aún como más líderes en el Campeonato del Mundo de Resistencia.