Un nuevo estudio de la Universidad de Florida (EE.UU.), publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere que el primate ancestro más antiguo de los seres humanos era una criatura que habitaba en los árboles. Llamado Purgatorius, los científicos piensan que se parecía a un cruce entre la ardilla y la musaraña de los árboles, y pesaba menos que una baraja de cartas.

Este antiguo animal previamente solo era conocido por sus dientes. La forma de los dientes permitieron a los paleontólogos determinar las características de Purgatorius; se estima que pesaba unos 100 gramos, se alimentaba de insectos y plantas, y poco más se sabía acerca de su estilo de vida.

Con el descubrimiento de pequeños huesos del tobillo del primate, los científicos ahora tienen razones para creer que vivía en los árboles.

Según Stephen Chester, profesor asistente de antropología en el Brooklyn College, Universidad de Nueva York, la amplia gama de movilidad en las articulaciones del hueso del tobillo sugiere que el pequeña Purgatorius pasaba su tiempo trepando a los árboles y cogiendo la fruta con el borde de sus extremidades. Los huesos del tobillo tienen características muy singulares que indican un tipo específico de movilidad que solo se encuentra en los primates y sus actuales parientes más cercanos. Los primeros primates empleaban este alto grado de movilidad para acceder a recursos que otros animales en la tierra no podrían alcanzar.

La capacidad de vivir en los árboles dio a los primeros primates acceso a valiosas fuentes de alimentos. Esto se considera que es un factor crítico por el que los primates han tenido éxito en la evolución. Las adaptaciones de Purgatorius apoyan la idea de que los primeros primates se diversificaron al mismo tiempo que las plantas con flores se generalizaron.

Mientras Purgatorius se encuentra justo después de una importante extinción, que incluye todos los dinosaurios no aves, los nuevos fósiles sugieren que la divergencia de los primates de otros mamíferos fue un evento más sutil. El comienzo de la evolución de los primates involucra pequeñas modificaciones del esqueleto, por lo que es más fácil moverse a través de los árboles y comer frutas, flores y hojas que se encontraran.

Chester, junto con Bloch, en realidad encontraron huesos del tobillo de Purgatorius en cajas llenas de pequeños fósiles no identificados, recuperados de Garbani Channel en Montana por el paleontólogo William Clemens de la Universidad de California, Berkeley.

El área Garbani Channel también es famosa por producir el espécimen holotipo de Tyrannosaurus rex. Este descubrimiento da una idea de lo que el resto del animal parecía y lo que podría hacer. El mensaje principal es que la vida arbórea evolucionó temprano en la historia de los primates y fue compartida por la mayoría de sus descendientes. Este animal solo se encuentra en el registro fósil, y no se ha podido predecir su existencia a partir de los mamíferos vivos.