En el campo de la exploración espacial uno de los objetivos destacados es descubrir la existencia de vida extraterrestre a partir de moléculas que pueden haber sido precursoras de la vida tal como la conocemos en la Tierra.
En la Tierra todos los seres vivos (ya sean vegetales o animales) precisan de moléculas orgánicas, incluso al principio de la química se denominó a la química en la que intervenía el carbono “química orgánica”, haciendo referencia a los seres vivos, para distinguirla del resto, la conocida como química inorgánica.
Carl Sagan fue un físico muy famoso por su facilidad para divulgar la ciencia y el pensamiento crítico, es autor de algunos libros muy conocidos como Cosmos, que se difundió también como una serie televisiva.
En su faceta como científico se dedicó a la astronomía. Identificó por vez primera unas moléculas denominadas tolinas al reproducir el experimento de Miller-Urey, que intentaba simular el origen de la vida en la Tierra.
Las tolinas son unas moléculas orgánicas bastante complejas que no existen de forma natural en la Tierra, pues la elevada cantidad de oxígeno de la atmósfera evita que se formen. Se generan cuando la radiación (luz) ultravioleta (UV) se aplica a moléculas orgánicas sencillas, siendo abundantes en los astros fríos del sistema solar exterior
La noticia es que recientemente durante el sobrevuelo de Plutón por la sonda New Horizons, se observó un color marrón rojizo en el planeta enano probablemente causado por tolinas en su superficie.
Estas moléculas también dan a la atmósfera de Titán su coloración marrón. Están en suspensión en la atmósfera de la luna de Saturno, tal como el smog. Se han encontrado tolinas en diversos cometas y asteroides, y hay incluso alguna evidencia de tolinas en exoplanetas que orbitan otras estrellas.
Las tolinas pudieron haber sido habituales en la Tierra antes de la aparición de oxígeno libre en la atmósfera hace unos 2300 millones de años.
En el ámbito científico se ha especulado sobre el papel que pueden haber desempeñado en la aparición de la vida en la Tierra. Sabemos, por ejemplo, que muchas bacterias del suelo pueden alimentarse de tolinas como fuente de carbono. Ya que las tolinas absorben la luz ultravioleta, también podrían haber desempeñado un papel en la protección de la joven Tierra de la radiación ultravioleta que pueden dañar a los organismos vivos frágiles.