La fluorescencia es una clase de luminiscencia, que poseen algunas sustancias que son capaces de absorber energía electromagnética, y su posterior emisión parcial en forma de radiación electromagnética de distinta longitud de onda. La energía total emitida en forma de luz es siempre menor a la energía total absorbida y la diferencia entre ambas es disipada en forma de calor.

En la vida ordinaria desde hace mucho tiempo hay muchos ejemplos de sustancias fluorescentes, sin embargo, su aplicación en investigaciones científicas en medicina es reciente.

Por ejemplo para experimentos en cardiología humana para estudiar trasplantes de células para restaurar la insuficiencia en el corazón después de un ataque. En 2013, un equipo uruguayo logró el nacimiento de una oveja fluorescente.

Una noticia sorprendente se ha publicado en los medios de comunicación franceses, un cordero del centro de investigación INRA (Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas), modificado genéticamente, se habría encontrado en un matadero y un individuo habría comprado la carne para su consumo. El animal llevaba un gen que codifica una proteína fluorescente proveniente de medusas. Frente a tal noticias hay quien podría preguntarse por qué los científicos se "están divirtiendo" con tales hibridaciones, ¿quizás seguir la pista al ganado por las noches?

Desde la concesión del Premio Nobel 2008 de Química a Osamu Shimomura, Martin Chalfie y Roger Tsien, se debe comprender el interés científico de dicha manipulación genética. Estos científicos modificaron el genoma de un animal mediante la adición de un gen que codifica una proteína fluorescente, GFP (proteína verde fluorescente) de la medusa Aequorea victoria o a partir de DsRed (proteína roja fluorescente), de un coral.

No se conocen riesgos para la salud de las ovejas transgénicas

Según el periódico Le Parisien, el cordero conocido como Ruby, nació en la primavera de 2014 de una oveja, Esmeralda, que llevaba el gen GFP. INRA la utilizó para experimentos en cardiología, pero Esmeralda transmitió a este gen de medusa a su descendencia, incluyendo Ruby.

En el caso de este tipo de comercio, los requisitos de trazabilidad son más bajos que para los circuitos convencionales, por lo que el comprador de esta oveja OGM no se conoce. En un comunicado de prensa, INRA afirmó: "Este cordero pertenecía, según la normativa vigente, los organismos modificados genéticamente al Grupo I, por lo que el riesgo para la salud humana y el medio ambiente es nulo o insignificante". Los consumidores deben estar tranquilos pues este animal fluorescente no presenta ninguna toxicidad.