A los daneses les llaman “los latinos de Escandinavia” porque son muy diferentes a sus vecinos suecos y noruegos. Quizás sea porque Dinamarca la gente disfruta mucho la vida y tiene muy buena disposición para la diversión… y una mente muy abierta para el sexo. También es evidente que los daneses son muy trabajadores y progresistas. El país –que es por sí solo como toda una Escandinavia en miniatura– es un compendio de lindos pueblecitos, productividad, buena comida, aire fresco, días cortos de invierno y muy largos en verano.

Una cuestión de situación

Este es el único país escandinavo conectado a la tierra firme, situado en la península de Jutlandia, en el norte de Europa, entre el Mar del Norte y Báltico (y con Alemania por vecina al sur), Dinamarca, en realidad, es un conjunto de islas, algunas de ellas poco habitadas. El país entero, que es la nación más pequeña de Europa del norte, tiene un área de 43mil kilómetros cuadrados.

Para ser un país pequeño, es impresionante el número de castillos y mansiones que posee. Antes, los muros y las rejas impedían el acceso a estas maravillosas propiedades; pero los tiempos han cambiado y cada vez son más los castillos y casonas que abren sus puertas o las de sus jardines y parques a los visitantes.

Algunos hasta ofrecen alojamiento, para que puedas saborear la cultura danesa en plenitud.

Puente de culturas

Como país puente entre el resto de Escandinavia y el continente europeo, Dinamarca se ha enriquecido de una corriente única de influencias culturales que combina lo mejor de dos mundos con su propia tradición.

Al recorrerlo, el país casi te cuenta sus propias Historias en sus túmulos, sus casas de campo, iglesias, pueblos, mercados… y también a través de su moderna arquitectura. Fruto de esa combinación cosmopolita y propia, Dinamarca tiene una gran tradición artística en ballet, ópera, teatro, arquitectura y diseño.

La vida por la noche

Hay un lugar mágico que por la noche es un gran atractivo: Los Jardines de Tívoli, un lugar con parque de diversiones, música y restaurantes, para saborear las especialidades del país: pescado, embutidos y quesos ahumados.

El Jazz es el estilo de música que más les encanta, puedes visitar los clubes nocturnos y gozar del gran talento local.

Datos curiosos

  • Fue tierra de vikingos, y cuentan que cuando estos iban en son de batalla siempre llevaban encima un licor hecho de una vitaminada hierba, llamada angélica, que según ellos los llenaba de energía. Hoy, diluida en vodka, aun puedes probar la angélica, que crece silvestre en la muy civilizada Dinamarca, la monarquía más antigua del mundo.
  • Esta es una nación de coleccionistas que, felizmente disfrutan compartiendo sus interesas con todos. Por eso existen más de 800 museos y colecciones de arte con todo lo imaginable: historia, juguetes, bicicletas, barcos en botellas y hasta museos del chocolate.
  • Con el clima no hay mucha variación. No hay extremos de calor o frio. En verano, de junio a agosto, hay 27°C (80°F) y en febrero, el mes más frio, la temperatura baja a 1°C (34°F)