Lechugas, pepinos, pimientos o zanahorias, son algunas de las hortalizas que podemos cosechar en nuestro propio huerto urbano. También tienen cabida frutas como las fresas y los melones e incluso hierbas aromáticas como el romero o la salvia.

La agricultura urbana y periurbana es un movimiento cada vez más consolidado en todo el mundo que promueve actividades de sostenibilidad, el ahorro de energía y la producción local de Alimentos.

Origen de los huertos urbanos

Aunque sus orígenes se remontan a épocas más remotas, la creación de huertos urbanos se generaliza en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, donde se llegó a consumir hasta un 40% de alimentos procedentes de estos huertos.

Conocidos por aquel entonces como “Victory Gardens” o “War Gardens”, se convirtieron en un elemento indispensable para que los ciudadanos pudieran autoabastecerse, ya que muchos países europeos no podían depender de las importaciones durante la guerra.

Si bien es cierto que la aparición de los huertos se corresponde con épocas de pobreza y cambios sociales, en España es a partir de los años 90 cuando la administración pública comienza a regular y fomentar el uso de terrenos municipales para la creación de estos espacios verdes.

Alquiler de huertos

Numerosas ciudades como Madrid, Valencia o A Coruña, ofrecen la posibilidad de alquilar parcelas de ente 20 y 50 metros cuadrados pagando una cuota mensual que ronda los 30 euros y, en algunos casos, facilitan el suministro de agua para el regadío, abono, semillas y herramientas.

Algunos también imparten formaciones como cursos de iniciación a la cosecha, talleres saneamiento de plantas o de diseño de huertas.

Lo que es una realidad, es que los huertos urbanos siguen sumando adeptos que incluso disponen de su propia huerta doméstica; y es que para ello tan sólo es necesario disponer de un pequeño espacio al aire libre, como puede ser un balcón, un patio o una terraza.

Creación de un huerto doméstico

Disfrutar de frutas y verduras frescas y de temporada sin pasar por el supermercado es posible. Sin embargo, es necesario tener en cuenta varios factores a la hora de crear un huerto ecológico en casa:

  • En primer lugar, es necesario hacer un pequeño desembolso en el material necesario para empezar. Este puede incluir mesas de cultivo, maceteros, semilleros y herramientas. También hay que tener en cuenta que el gasto de agua para el correcto regadío del huerto puede aumentar.
  • Además, el hecho de ser ecológico no significa que esté exento de la contaminación ambiental presente en la ciudad. Por ello es especialmente importante lavar correctamente las hortalizas antes de su ingesta.
  • Es igualmente importante tomar medidas contra los insectos y otras epidemias, especialmente en verano. Para eliminar estas plagas y las malas hierbas se puede optar por pesticidas y herbicidas o por otros métodos más ecológicos, como ciertas plantas o aceites esenciales.
  • Por último, es igual de recomendable diseñar una buena estrategia de cultivo para evitar, por ejemplo, un hacinamiento innecesario de las plantas, que pueden llegar a pudrirse debido al exceso de humedad.

Beneficios de los huertos urbanos

En la actualidad, los también llamados huertos ecológicos, se han convertido en un lugar de ocio e intercambio de experiencias, además de una herramienta para la educación ambiental y el desarrollo de ciertas terapias.

Mantener una pequeña huerta no sólo es un pasatiempo saludable, sino que permite a los usuarios acercarse un poco más a la naturaleza y el medio ambiente.

El reciclaje también juega un papel importante en esta actividad, ya que los residuos orgánicos que se generan a partir de alimentos desechados, en ocasiones pueden funcionar como abono. Además, los huertos urbanos contribuyen a la eliminación de la huella ecológica debido a la supresión de los transportes que contribuyen al efecto invernadero.

Sin duda, el ahorro y la calidad de las hortalizas ecológicas, que pueden ayudar a mejorar la alimentación, podría ser una de las mayores ventajas, tanto económicas como ecológicas, de disponer de un pequeño huerto en casa.