Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), una de cada tres personas teletrabajan actualmente en España. La utilidad de esta modalidad de trabajo es innegable a la hora de tener que hacer algún viaje o, como es el caso actual, el inicio de las vacaciones. Sin embargo, a los empleados que trabajan de normal en la oficina, y se plantean viajar con su familia gracias a que pueden teletrabajar, se les olvida que su “entorno seguro”, que es la oficina, su equipo e instalaciones, hace que su utilización de accesos remotos para utilizar los recursos informáticos de la empresa suponga un grave peligro para la ciberseguridad de la misma.

La empresa tiene que proporcionar un entorno seguro al teletrabajador

Dentro del trabajo, un empleado tiene unos mínimos de seguridad perimetral: AV corporativos, firewall, normas de uso, claves internas, permisos y licencias, etc. Fuera, todo depende del particular y su inversión en ciberseguridad, pudiendo dejar la seguridad de la empresa en la red comprometida, por lo que hay quien dice que es la propia compañía quien, al dar la posibilidad de trabajar en remoto, ha de proporcionar un entorno seguro al trabajador desplazado, por el bien de ambos.

La Agencia Española de Protección de Datos ha notificado 1.370 brechas de seguridad en 2020 y el Centro de Ciberseguridad Nacional 218.000 ciberataques.

En este mundo, donde no solo el teletrabajo se ha convertido en algo habitual, sino que la utilización durante la jornada laboral de las redes sociales es muchas veces necesario, hace que percibamos mejor la importancia de una estrategia y un equipo seguros para teletrabajar.

Las redes sociales son un lugar idóneo para infectar ordenadores

Y la cuestión de las redes sociales es un punto muy importante en lo tocante a los trabajos telemáticos, pues Excem Technologies, un grupo español, ha revelado como te pueden robar datos desde tu cuenta de Twitter, Facebook o la red social que utilices en ese momento.

Excem habla de varios tipos de “suplantación de la identidad” en la red como son el spoofing (falsificar el encabezado de un correo electrónico), el phishing (hacerse pasar por un organismo para ganar la confianza del usuario) o el smishing (basado en SMS); lo cual es solo el comienzo, pues adquirido el control sobre tu cuenta, el ladrón puede atacar tu sistema con malwares (el más famoso y utilizado en estos momentos son los ramsonware), poniendo en peligro también a tu empresa.

Invertir en ciberseguridad es proteger tu empresa

La ciberseguridad es clave hoy en día y, aunque supone un gasto muy grande para la empresa el contratar todos los servicios para ofrecer una buena protección en la red, tanto a los trabajadores presenciales como no presenciales, más puede salir perdiendo en cado de ser atacada por la red, pudiéndola obligar incluso a cerrar por no hacer una inversión preventiva.