Entre las medidas para detener la propagación del coronavirus y hacer cumplir el aislamiento social obligatorio, el gobierno español ha autorizado desde el Boletín Oficial del Estado (BOE) el control de la población durante la cuarentena por medio de la ubicación de los teléfonos móviles.

La controvertida medida ya fue aplicada en países asiáticos

Taiwán, en un esfuerzo por limitar la propagación del Coronavirus, implementó una “geovalla” utilizando los teléfonos móviles de las personas a través de una tecnología que alerta a las autoridades cuando las personas en cuarentena abandonan sus lugares designados o apagan sus dispositivos móviles.

Según la agencia Reuters, Taiwán es el primer territorio en utilizar datos de ubicación móvil como mecanismo de cumplimiento de cuarentena.

Singapur ha implementado un sistema “activo” mediante el cual las personas en cuarentena deben quedarse en casa y hacer click en los enlaces de los mensajes SMS de las autoridades de salud que informan la ubicación de sus teléfonos celulares, lo que confirma que realmente están en casa. También lanzó recientemente una app llamada “TraceTogether” (rastrear juntos) que captura registros de encuentros entre personas basados ​​en las señales Bluetooth entre los dispositivos.

Corea del Sur utiliza un sistema semejante para limitar los contagios por coronavirus a través de los datos de teléfonos móviles y transacciones con tarjetas de crédito para detectar a las personas que rompen el aislamiento y así alertar a los vecinos a través de mensajes de texto.

DataCOVID, el plan del gobierno para gestionar la pandemia

España busca transitar el controvertido camino y aprobó el BOE 86 del 28 de marzo de 2020 dentro de la Orden SND/297/2020 del Ministerio de Sanidad. En el texto del mismo ordena desarrollar de forma urgente una aplicación nativa, es decir, desarrollada dentro de España, que sirva para proveer información y respaldar la gestión de la pandemia de coronavirus.

El mismo BOE afirma que la aplicación servirá para constatar que el portador del celular se encuentra en la región autónoma donde debería estar.

Según este punto, la aplicación no sería informar dónde se encuentra el ciudadano, pero cualquier usuario sabe que la activación del GPS, es decir, el geolocalizador, da la ubicación exacta, a lo sumo con metros de error.

La lucha contra el coronavirus y los límites de la ética

El 1 de abril, El Ministerio de Economía anunció la implementación del Programa DataCOVID para analizar con la colaboración de las empresas telefónicas, el movimiento y rastreo de los 40 millones de teléfonos inteligentes que tienen los españoles.

Mientras se cuestiona fuertemente el trasfondo que colisiona con los límites éticos de la privacidad de los datos de los ciudadanos, el gobierno afirma que la información obtenida se utilizará para comunicación y educación de las personas, mediante mensajes de Whatsapp, y no para controlar dónde están. Pero pese a las explicaciones, las personas preocupadas por la intimidad temen que las medidas extraordinarias tomadas en nombre de la salud pública persistan y erosionen las expectativas y regulaciones de privacidad.