Una docena de creadores de contenidos digitales ha denunciado a YouTube, la plataforma de vídeos de Google, por discriminar, supuestamente, a las publicaciones conectadas con la temática LGTB. Entre ellos hay cuatro personas que se dedican exclusivamente a colgar este tipo de vídeos. Acusan a la plataforma de "discriminación, censura y prácticas comerciales engañosas".

Los últimos personajes conocidos en unirse a esta causa han sido el productor asociado del programa 'Saturday Night Live' Greg Scarnici, el director independiente Sal Bardo y la célebre youtuber lesbiana Stephanie Frosch.

El vídeo "It Gets Better", realizado por Bardo para una campaña de prevención de suicidios entre jóvenes LGTB, ha sido clasificado por parte de YouTube dentro de las publicaciones con "limitación por edad". Así, las personas a las cuales está dirigido el clip, no pueden visualizarlo.

La venganza de Youtube

Aparte de limitar la visualización de vídeos con temática LGTB, parece que YouTube está intentando llevar a cabo "una venganza" contra estos querellantes. Los contenidos de los youtubers que se ha unido para realizar esta denuncia tienen cada vez menos visibilidad y menos reproducciones desde que empezó la causa en agosto pasado.

Las youtubers Chambers y Kam han sido contactadas por parte de muchos de los usuarios suscritos a su canal lamentando que no pueden visualizar sus nuevos vídeos. Además, algunos se han encontrado con la sorpresa de que ya no están entre los mencionados inscritos, a pesar de no haber hecho nada para borrar su suscripción.

Amp Somers, que tiene un canal de educación sexual, ha notado el mismo fenómeno en su página.

El creador ha declarado al periódico británico The Guardian que muchos youtubers tienen miedo de implicarse en esta denuncia colectiva por temor a que la plataforma les dé el mismo trato que a los querellantes que ya la han firmado.

Los estándares de YouTube

Estos youtubers reclaman que los algoritmos que regulan YouTube, encargados de sugerir o limitar determinados vídeos por sus contenidos, sean neutrales.

Este caso está poniendo en evidencia que es posible que estas normas tengan prejuicios hacia determinados colectivos o comunidades.

Las limitaciones se ponen en el mismo momento de la publicación de cada contenido y en un tiempo demasiado corto como para que puedan estar bajo el control de un ser humano. Es decir, en base a las palabras e imágenes que incluyen, los vídeos son considerados aptos o no. Pero los estándares de YouTube son siempre poco claros y mutables, así que es difícil entender por qué un contenido relacionado con la temática LGTB puede ser catalogado como "inapropiado".

Las peticiones de los querellantes

Chris Knight y su marido, Celso Dulay, fueron los primeros en denunciar a YouTube.

Querían promocionar un vídeo de Navidad en su canal de noticias LGTB llamado 'Gnews'. El clip fue rechazado y, cuando pidieron explicaciones al servicio de atención al cliente, les dijeron que "no era apto al estar relacionado con la homosexualidad". La grabación de esta conversación telefónica podría ser una de las pruebas más importantes de cara al juicio.

Muchos youtubers creen que esto puede ser una maniobra para alejar al público LGTB de la plataforma digital, y piden más transparencia en los métodos de selección de contenidos apropiados. Ni Google ni YouTube han contestado aún públicamente a estas acusaciones. El primer juicio por esta causa se celebrará el próximo diciembre.