Todos tenemos en nuestro móvil, diferentes apps, pero hay algunas que son básicas en la mayoría de la gente, la app de juego –la cual es infalible para quemar tiempo, en ocasiones en las que el reloj parece no avanzar ante una situación de hastió inevitable –, la aplicación de vídeo, que permite a su usuario, ver cualquier tipo de contenido –musical, documental e informativo – según el caso lo requiera y finamente la app de fotografía que suele ser una de las más utilizadas después de las apps de comunicación. En particular la aplicación para captar imágenes, virtualiza la forma de ver la realidad y de percibirla –una batalla contra la negación y la falta de estética, una recomposición de la vida diaria, para restituir la verdad de un hecho en particular –.

Según estos parámetros de lógica, quizá deberíamos reflexionar, si nosotros capturamos el momento, o es el momento el que nos captura a nosotros con una imagen prefabricada.

El miedo y la intemperancia de vernos a nosotros mismos –tal y como somos – ha creado esta invariable forma de trasgredir la propia imagen personal, ante el mundo y ante el reflejo –verdadero – que cada uno posee individualmente. La implicaciones sociales que contiene una foto, resaltan acciones, aptitudes y emociones con un objetivo, mantenerte en la línea de interés de tus contactos, si no logras el cometido –aunque no lo digan puntualmente – has fracasado dentro de los parámetros de sociabilidad virtual. ¿Pero realmente es necesario obtener este tipo de aceptación, para sentirse conectado con otras personas?

Estos medios intangibles, se han vuelto tangibles porque la propia persona los ha trasladado, a su rutina y a su vida en general, cuando nadie nace con un perfil en Facebook de por vida.

Antecesora de Instagram vuelve a la vida

Las redes sociales ya tenían un lugar hace algunos años, en la conciencia colectiva de las personas.

Sin embargo, antes de la aparición de Facebook, no se tenían por componentes mediáticos, tan intensos como hasta ahora. La antigua red social Fotolog ha vuelto, para atraer a nuevos usuarios –y algunos cansados de las redes actuales – con nuevas actualizaciones.

Actualizando imagen y publicaciones

Esta red social, reinaugura sus actividades en Barcelona, como su actual sede.

El reto con el cual regresa esta red social, es invitar a los usuarios a añadir contenido de calidad único y sobre todo con la regla primordial para acabar con cualquier adictiva conducta digital, una publicación al día. Sin duda Fotolog, quiere incentivar al público para que tengan una conexión real y sana entre el mundo virtual y el mundo real. Estamos a la espera de las reacciones y con la fe puesta para disminuir esta adicción ridícula, y exagerada de contenido sin sentido, que contienen otras redes sociales.