Las redes sociales se han convertido en parte de una vida paralela, de la que se vive en la realidad. Las implicaciones de tener una doble vida, siempre han sido severas, pero ahora puedes obtener 3 o hasta 4 perfiles o cuentas para revivir a un pariente muerto, darle vida a tu seudónimo y hasta para espiar a tu pareja si es que anda en malos pasos. Recopilamos recuerdos y comentarios que podrían borrarse a través del tiempo. ¿O es que este tipo de contenido a nadie importa? Ya no consultamos los periódicos, ahora vamos directo a nuestro móvil, abrimos una aplicación que nos ofrece entretenimiento e información –que la mayoría de las veces – no es verídica, y que se ha transformado en una columna sin fin de escándalos tras escándalos.
En la cotidianeidad, todos estamos impuestos a ser presas de la violencia, física y mentalmente. Los medios, de alguna forma desde hace algunos años, también se han sumado a la tarea de fomentar otro tipo de violencia, informativa. La tecnología de alguna manera está alimentando el monstruo de la desinformación. Buscando nuevos titulares, más desechables que el papel higiénico. Desafortunadamente el público está expuesto en las redes sociales a ser un titular –instantáneo – más, en la larga cadena de la farándula virtual.
Datos supuestamente no 'compartidos'
A Mark Zuckerberg sin duda lo acecha el demonio de la mala suerte. El efecto dominó, se le ha venido encima desde los escándalos en Cambridge Analytica.
Esta explotación de datos continúa y nadie pone una solución determinante a la minería indiscriminada que Facebook realiza con muchísima información contenida en varias cuentas. Por otro lado, las declaraciones ya parecen un circo en Facebook Live, para entretener a la intranquilidad sin que se tomen cartas en el asunto de una forma seria y latente.
Acumulando información sin permiso
Facebook ha declarado que almacena información de usuarios, que nunca se han registrado en esta red social. Esta explicación sobre la nula creación de perfiles, sobre los datos recopilados, pudiera parecer una treta inconclusa, donde lanzar la piedra y esconder la mano, para muchos, la ya no es creíble la disculpa torpe.
Esta falta de respuesta clara y sensata por parte de la plataforma y del mismo Zuckerberg, ha tenido a los medios en vilo, que siguen alimentando las dudas de muchos, sobre si Facebook ya no es completamente confiable y es mejor emigrar a otras redes sociales.