Con la apertura de la era tecnológica, hay negocios que jamás pensaríamos que pudieran ser tan lucrativos, a tan corto plazo. El lanzamiento del móvil, a un nivel comercial, quizá fue lo primero que causó una revolución comunicativa. La computadora, de igual manera, cambió la forma de simplificar trabajo e información.

Estos dispositivos han magnificado nuestras vidas, recomponiéndola en tan solo unos cuantos clics. Sin embargo, hay un grupo social único, que utilizó a la tecnología como su aliada y heroína, los gamers. Estos amantes de la aventura digital sencillamente, ponen las golden coins en su bolsillo –tan sencillo como Mario – detrás de las vistas que dejan sus partidas de juego en vivo, la verdad es que muchos de ellos pueden vivir cómodamente.

Los gamers –de corazón – trabajan en lo que más les gusta. Y los Videojuegos no son arcas de dinero, son experiencias únicas, que en verdad los hace vivir. La historia de cada videojuego desde un RPG hasta un FPS, o un juego de plataformas, es una sensacional carga de emociones, ya que el jugador transmite al público su propia experiencia digital.

La felicidad nunca estuvo tan cerca, pero si se puntualiza, que hay una pérdida de control, si este tiempo compartido con el juego, se convierte en tu vida de la noche a la mañana, entonces el problema radica, en que el usuario va perdiendo el contexto de la realidad y la virtualidad, ahí se crea un contrapunto, donde la rutina es más fácil vivirla dentro del videojuego que afuera, en plana realidad.

Consumiendo irrealidades

La información recientemente presentada este 2018, sobre la creciente demanda que tienen los ciudadanos españoles para consumir videojuegos, ha dejado a varios expertos atónitos.

Ante el tiempo que se dedica una persona promedio, el 44% que practica el juego, al menos lo hace una vez a la semana, afirmó la Asociación Española de Videojuegos – AEVII –.

A esta condición preocupante van sumándose, no solo niños, o gamers dedicados a la transmisión de sus actividades profesionales, sino también otro tipo de público de distintos sectores.

El mercado de los videojuegos busca encajar en cualquier estrato social

Las cifras son variables ya que este año, con el lanzamiento de nuevos videojuegos – de temáticas variadas – ira subiendo exponencialmente en lo que falta del 2018.

En proporción de los 16 millones que son jugadores de videojuegos, el 56% son del público masculino y el 44% femenino.

Las mujeres se han sumado a este hábito, por la facilidad con que pueden iniciarse a diferentes clases de juegos desde el móvil. El acceso y los distintos temas que se manejan en un videojuego, supone las claves para la apertura de otros públicos, que hasta el momento se habían considerado fuera de la esfera del gamer.