Cada poco salta a los medios alguna noticia sobre seguridad en las redes sociales y en internet, en general. Cada cuenta personal que abrimos, independientemente del servicio que sea, pide la creación de una contraseña. Más de una vez, el propio sistema de registro nos dice si la elegida es suficientemente fuerte o no. Pero, ¿sabemos crear por nosotros mismos contraseñas que sean sinónimo de seguridad?
La creatividad al servicio de la seguridad en internet
En series como ‘Mr Robot’, un pirata informático (“hacker”) es capaz de introducirse en múltiples cuentas personales.
Y lo hace desde el conocimiento de algunos datos personales de la persona que pretende piratear. Más de una vez, las contraseñas que teclea son series de números o letras, o datos como el nombre del usuario, de su mascota o de la ciudad en que vive.
La realidad, estudiada en ocasiones por empresas dedicadas a la seguridad en internet, es que hay muchísimas contraseñas así. Creadas con pereza, basadas en la cotidianeidad, apuntadas cerca del ordenador o despachadas sin pararse a pensar que son nuestra defensa contra actos de piratería.
Por eso, a la hora de crear una, hay que tirar de creatividad. No hace falta descubrir el Mediterráneo, pero sí aplicarnos en la redacción seria.
En concreto, siguiendo algunas indicaciones sencillas:
- Longitud: no menos de 8 caracteres, siendo 12 un estándar magnífico
- Nada de series de letras o números identificables
- No usar la propia palabra “contraseña”, ni el nombre de usuario de la cuenta
- Nada de datos personales directos
- Uso de mayúsculas, minúsculas, cifras y símbolos
- Actualización cada cierto tiempo
Algunas propuestas de creación de contraseñas seguras
Para darte ideas y fortalecer la seguridad de tus cuentas, aquí van algunas propuestas.
Solo debes personalizarlas, de modo que sean creativas, pero también fáciles de recordar para ti.
Una forma es que tomes una frase que sea cotidiana para ti. Usa la primera letra de cada palabra y añádele un guion y una cifra. También puedes enmarcar el resultado entre símbolos de exclamación. Si la quieres diversificar, toma la base y, a cada cuenta, añádele un final con el que la relaciones.
Otra opción es usar una frase en la que se incluyan números. Ahora, pon en mayúsculas la primera letra de cada palabra. Enmarca la frase entre signos, de cualquier tipo. Hasta puedes añadir un punto en medio de la frase.
También podrías usar la técnica PAO: Persona, Acción, Objeto. Unes los tres de forma creativa y te da una contraseña personal. Mejor si son tres palabras sin relación, no sacadas de frases hechas, sino inventadas por ti y que puedas recordar. Cómo no, fortalece la mezcla con signos, mayúsculas y minúsculas, con alguna cifra.
Recomendaciones complementarias
Una vez tengas buenas contraseñas fuertes, ten en cuenta no repetirlas, personalizando cada cuenta personal que haya abierto.
También puedes combinar este sistema con la verificación en dos pasos. Y actualiza todo cada cierto tiempo. Si te da pereza, al menos, los servicios más importantes, tenlos al día, aunque tardes más en cambiar las contraseñas en los que consideras de segundo orden.