¡Adiós a los tediosos vuelos transcontinentales! 14 horas de transporte quedarán reducidas a sólo 2 horas con un avión desarrollado por científicos chinos que podrá volar en este pequeño tiempo alrededor de 11 mil kilómetros que hay de distancia entre las ciudades de Pekín y Nueva York.

I-Plane

Esta pretensión fue difundida por el experto de la Academia de Ciencias de China Cui Kai, en el South China Morning Post, quien aseguró que el equipo científico que lidera pudo dar a conocer sus avances gracias a que lograron reducir la turbulencia de su nave a escala, que cuenta con doble capa de alas bioplanas, misma que recibió el nombre de: "I-Plane" por la sombra de "I" que proyecta sobre la tierra al volar.

¿Bombardero?

Además el científico señaló que el diseño de la nave rememora a los aviones empleados en la Primera Guerra Mundial desaparecidos en 1930. Esto para aprovechar al máximo el espacio y transportar cargas muy pesadas, lo que le hace diferente al resto de naves hipersónicas (muy delgadas) ya existentes, dónde se debe sacrificar el espacio de carga para favorecer su forma aerodinámica y volar más rápido.

Se estimaque el avión podría ser muy grande, incluso del tamaño de un Boeing 737. Sin embargo, para mantener las velocidades estimadas deberá cargar sólo una cuarta parte de lo que lleva tradicionalmente un Boeing, es decir, medio centenar de personas o bien un peso equivalente a cinco toneladas.

Pruebas sólidas

Actualmente la nave en pequeña escala se encuentra en una exitosa fase de prueba, la cual consiste en meterla en un túnel dónde se reproducen vientos similares a los reales y velocidades que se desean alcanzar estimadas en 6.000 km/h (3,700 mph) lo que realza su importancia pues este tipo de pruebas de desempeño aerodinámico eran usadas por China exclusivamente para fabricar armas hipersónicas que irrumpan en defensas militares de otros países.

Incluso, Cui Kai -que trabaja con su equipo de científicos en el Laboratorio Clave de Dinámica de Gas a Alta Temperatura-, informa que la pequeña nave ha sido capaz de soportar adecuadamente velocidades 7 veces superiores a las del sonido. Aclara que aún hay retos, sobre todo los relacionados al las altas temperaturas que alcanzará la nave -superiores a los 1,000 grados Celsius ó 1,800 Fahrenheit- y cómo serán aisladas para el transporte seguro de pasajeros.

Sin duda aún falta camino por andar, pero por el momento los científicos chinos han logrado lo que ningún otro país, y basta con imaginar todo el bien que podría hacerse con este tipo de aeronaves, sobre todo cuando el arribo de ayuda es urgente en caso de desastres naturales y este transporte puede marcar una gran diferencia entre la vida y la muerte de muchas personas. Esperemos que la producción de este avión, como la mayoría de las cosas que fabrican los chinos, sea en serie y ofrezcan vuelos baratos que permitan el acceso confiable a las grandes mayorías.