Andrés Ortega, autor de 'La imparable marcha de los robots, afirma que la "mejor definición" de robot que ha encontrado la tiene el ejército americano que lo califica como "un aparato fabricado por el hombre capaz de detectar, comprender e interactuar con su entorno" aunque precisa que, en el fondo de este debate, subyace la "automatización" que se manifiesta en todos los entornos de la vida.

Ortega, señala que los límites de la tecnología "son hasta ahora desconocidos" porque en "muy poco" tiempo se han alcanzado metas importantes y prácticas"; de hecho, alude a G.P.Morgan para apuntar que esta empresa financiera tiene un programa que "ha hecho 350.000 operaciones financieras en unos segundos, sin embargo, estas para realizar estas operaciones las personas necesitarían bastantes días".

Ortega, asimismo, cita el ejemplo de una fabrica en China que ha reducido su plantilla "de 350 a 60 empleados gracias a la robotización aumentado su productividad en un 250% y, además, ha reducido en un 80% los defectos de fabricación". Esta coyuntura, indica el escritor, propiciara un entorno en el que "se pierden muchos puestos de trabajo". Alude al "cierre de las sucursales bancarias" por fijar su argumento en un entorno cercano. Esto, en su conjunto, está creando "una nueva economía que llegará más lejos con mucho más crecimiento que la anterior", indica.

El autor, que realiza estas afirmaciones en el Centre Cultural Blanquera, destaca que el ecosistema de Internet permite "empoderar" a grupos pequeños para que tengan un "alcance global".

Este nuevo contexto genera "transparencia" y, por otra parte, señala que "entregamos a las empresas tecnológicas" datos personales quedando expuestos en un escaparate donde cualquiera "nos puede mirar y, de hecho, lo hacen como se ha constatado en las filtraciones de WikiLeaks". En este sentido, asevera que la diferencia entre "mi generación y de la de mis hijas es que ellas no tienen prejuicios para difundir mensajes e imágenes por Internet y todo eso al final repercute, por ejemplo, en el entorno laboral porque forma parte de currículum vitae".

Cambios

"¿Qué cambiará en los próximos diez a veinte años?", se pregunta Ortega. En esta línea, señala que una de la principales consecuencias de la introducción de los automatismos en la sociedad es que "se van a perder muchos puestos de trabajo aunque se crearán otros nuevos". Sin embargo, indica que la sociedad del futuro "será mucho más desigual" y avanza que este hecho "generará problemas, en especial, en el período transitorio hasta que se cree una nueva sociedad basada en los nuevos principios".

Ortega cree que la conectividad entre las personas hace que las "relaciones humanas se empobrezcan" y que se viva "a través de ese espejo en blanco y negro que es la pantalla". Ortega, además, señala que la pantalla se convierte en "una especie de muro de la caverna de Platón". En esta línea, apunta que los seres humanos "vivimos nuestra realidad a través de lo que vemos, a través de la pantalla y no a través de la propia realidad", indica. "Eso"- afirma- "a la larga es peligroso", puntualiza.

La influencia de las nuevas tecnologías en la sociedad es un hecho que, Nicholas Carr , explica en su libro "Superficilaes" donde augura una mundo en el futuro cercano donde las personas sean más superficiales y menos reflexiva.

Carr apunta que esto es debido al uso de las nuevas tecnologías porque los seres humanos cambian así su forma de relacionarse con el mundo y con el entorno. Este escenario implica que las personas cada vez son menos reflexivas y están atentas a nuevos referentes.