La empresa Zipline comenzó en octubre, con el servicio de delivery de sangre en el país centro africano de Ruanda. Buscando así resolver un problema que azota a este carenciado país y que se debe a sus malas rutas y terreno escabroso. Doctores en los hospitales de la Republica de Ruanda con normalidad requieren paquetes de sangre para tratar mujeres posparto con hemorragias, o niños con anemia inducida por el paludismo; pero la escasez resulta por demás común, principalmente con los tipos raros de sangre.
Anteriormente, cuando el envió de sangre era requerido con urgencia, alguien debía conducir a través del país acompañado de un refrigerador.
Debido a la geografía del país, no eran viajes fáciles, particularmente durante época de lluvia. En muchas ocasiones el envió no llegaba a tiempo para salvar la vida del paciente.
Hoy en día, doctores en docenas de hospitales a lo largo y ancho del país pueden enviar un mensaje de texto solicitando de manera urgente un envió de sangre, y el dron tipo avión escala de Zipline llegará al lugar asignado en no más de media hora. Actualmente, la compañía cuenta con ocho Zips -nombre dado a estos drones- para hacer los envíos; con un centro de distribución ubicado en Muhanga, distrito ubicado 50 km al oeste de la capital.
Estos drones no aterrizan, en su lugar, los doctores reciben un mensaje de aviso cuando el paquete este a dos minutos de llegar, y tienen que salir a recibir el paquete que cae gentilmente gracias a un sistema de paracaídas.
Keenan Wyrobek -cofundador y CTO de Zipline- dijo que en un comienzo, los ingenieros de la compañía consideraron construir los drones para que aterrizaran en los destinos -como los hacen los drones de delivery de Amazon o Google- pero que rechazaron la idea por tres razones de practicidad: el sistema de paracaídas es más seguro para el paquete y los recipientes que se emplean, los drones no gastarán energía de más en los aterrizajes y despegues, y que a fin de cuentas todo el proceso resulta más rápido.
Antes de que Zipline pudiera llevar a cabo esto, tuvo que trabajar junto con el gobierno de Ruanda para asegurar que los Zips cumplieran con las normativas aéreas del país, y que los procedimientos se adecuaran a los estándares médicos para el manejo y traslado de sangre. Wyrobek dijo que los miembros involucrados del gobierno miraban con ansias que el proyecto funcionara, concibiendo beneficios tanto en lo económico como en el ámbito salud.
Alrededor del mundo más de dos mil millones de personas carecen de acceso a productos médicos esenciales, ya sea debido a las dificultades producidas por el terreno o la falta de infraestructura. Debido a esto cerca de 2.9 millones de niños menores de 5 años mueren cada año; y se suceden más de 150,000 muertes al año, relacionadas con embarazos. Muertes que podrían ser evitadas si se tuviera un acceso seguro y rápido a las donaciones de sangre, o productos médicos básicos.
La compañía planea, eventualmente expandir su servicio a pequeños centros de salud y a trabajadores de la salud en aldeas remotas. También se quiere expandir la oferta de productos, lo que incluiría vacunas y medicinas que necesiten mantener bajo ciertas temperaturas -Ruanda es un paÍs carenciado, y suele sufrir cortes del suministro eléctrico, por lo que los refrigeradores de las clínicas pueden quedar apagados por horas, echando a perder la medicación dentro de estos.
Zipline usa paquetes de aislamiento para mantener la temperatura correcta del producto a transportar.
Si el servicio de envió prueba tener futuro en Ruanda, se espera que este mismo servicio llegue a otros países subdesarrollados que carezcan de infraestructura como buenas rutas o un suministro de energía estable.
Esperemos que este proyecto sea tomado en consideración por otros gobiernos alrededor del globo, y que aliente a empresas, ciudades, investigadores e ingenieros a sumarse en el planteo y desarrollo de nuevas ideas que permitan salvar vidas y brindar un servicio de salud decente donde hoy no se tiene.