Luego de golpear a Laura Luelmo, tirándola contra el suelo, Bernardo Montoya abusó sexualmente de la joven en el campo. Esa es la hipótesis con más fuerza que maneja la Guardia Civil, según las declaraciones brindadas por la Guardia en la rueda de prensa que ha realizado en la ciudad de Madrid, donde se habló de los adelantos de la investigación del asesinato y se dieron detalles de los hechos.

El coronel Ezequiel Romero, jefe de la comandancia de Huelva y el teniente coronel Jesús García, de la UCO, han realizado un relato detallado de lo acontecido con Laura Luelmo, profesora de 26 de años, en los primeros momentos de su desaparición, que son cruciales en el desarrollo de la investigación.

Al parecer, la profesora estuvo poco tiempo en la casa del criminal, aproximadamente una hora, la tarde del día en que desapareció. Se considera que el asesino actuó por impulso y sin una organización previa.

La desaparición fue denunciada por su padre, al mismo tiempo en que la dueña de la casa donde vivía Luelmo llamaba a la Guardia Civil para verificar si la joven estaba en la casa. Tanto el padre como el novio, acompañaron a la Guardia Civil a realizar la inspección de la casa, donde por los indicios encontrados, se pensó que la joven había salido a caminar.

El relato de los hechos

A pesar de que faltan aún detalles que aclarar, ya que falta realizar una autopsia que de resultados más definitivos, los investigadores presumen que Montoya golpeó fuertemente a Luelmo, en la casa del asesino, y que luego, posiblemente en estado de pánico, la llevó hacia un descampado donde abusó sexualmente de ella.

Todo esto, es importante señalarlo, aún debe ser confirmado por la autopsia. Las autoridades han llamado a no realizar conclusiones precipitadas, ya que faltan aún pistas que analizar.

Desde el inicio de la investigación, Montoya fue el principal sospechoso del crimen, según lo declarado por el coronel Romero y por el teniente coronel García, en la mencionada rueda de prensa.

Relatan que cuando se comenzó la investigación, la policía vio a un vecino salir de la casa de enfrente, Montoya, a quien le preguntaron por la joven, contestando que él desconocía que viviera alguien frente a su casa, tomándose la decisión de vigilarlo luego de revisar sus antecedentes penales.

En un primer momento, no se tomó la decisión de revisar la casa del sospechoso, ya que a pesar de sus antecedentes y de presentar un comportamiento errático y de ser vecino de la víctima, estos no eran pruebas suficientes para incriminarlo

Puntos claves en la investigación

En la rueda de prensa se dieron los puntos claves de las investigaciones realizadas: el último mensaje que Laura Luelmo le envió a su novio a través de una popular aplicación de mensajería, fue a las 16.22 del día 12; luego habría realizado compras en un supermercado a las 17.20. Un vecino vio el coche de Montoya con el maletero abierto a las 18.10. Se presume que en el lapso de tiempo comprendido entre la visita al supermercado y la hora en que lo vieron, es cuando Montoya habría obligado a la joven a entrar a su casa.

El criminal ha confesado que él la estaba esperando, que la obligó a entrar en la casa, la ató y la tiró al piso. La joven al parecer, en un momento de descuido, logró levantarse y le dio una patada en un costado, lo que enojó a Montoya e hizo que la golpeara, luego la introdujo en el coche y se la llevó al descampado, donde se produjo la violación, según las presunciones de la Guardia Civil. En la casa de Montoya se encontraron las compras que había realizado Luelmo.