Una hembra canguro de doce años ha muerto desangrada en el zoológico de Fuzhou en la provincia china de Fujian debido a que los visitantes le lanzaron una voluminosa piedra afilada que le cortó el pie izquierdo, provocándole una hemorragia masiva que en breves momentos provocó la muerte del animal, según informó el diario local Strait News.
Crueldad capitalista en China
Según las asociaciones que velan por la defensa de los Animales, este caso se añade a la larga lista de marsupiales fallecidos en los zoológicos de China debido a la costumbre de los visitantes de arrojarles objetos contundentes para obligarlos a incorporarse y saltar, ya que estos animales sólo se muestran activos durante las primeras horas del día y el resto del tiempo lo pasan en reposo, a la sombra de los árboles.
Según la organización de defensa de los animales PETA: "Este problema no se resuelve instalando cámaras de seguridad, ni con medidas coercitivas. Nos enfrentamos a una preocupante ausencia de valores entre el público en general. En un mundo en que el dinero parece otorgar un poder absoluto, es normal que los visitantes de los zoológicos se consideren propietarios de los animales por el simple hecho de haber comprado una entrada. Hasta que la sociedad moderna no cambie de mentalidad, los animales seguirán corriendo riesgos en los zoológicos y seguirán muriendo, víctimas de la voracidad capitalista que nos empuja a arrasar con los entornos naturales y el reino animal."
Campos de concentración para animales
Las asociaciones animalistas señalan que los zoológicos no son los hogareños refugios que tendemos a pensar para justificar su existencia, sino cárceles que mortifican a los animales y en algunos casos verdaderos campos de concentración que los exprimen brutalmente hasta provocarles la muerte.
Según estas asociaciones la existencia de zoológicos no debería ser legal porque el ser humano no tiene derecho a esclavizar a los animales, disponiendo de su vida, para explotarlos económicamente y brindar entretenimiento al público.
Aberración obsoleta
Lo cierto es que los zoológicos se crearon en una época en que resultaban muy costosos los viajes que permiten a “los verdaderos amantes de la vida salvaje” admirar in situ al reino animal, pero hoy en día, gracias al abaratamiento de las compañías aéreas y los safaris, pueden conseguirse ofertas francamente asequibles.
Por ello se hace necesaria una mentalización general del público para reclamar a las autoridades la prohibición de los zoológicos, una de nuestras aberraciones humanas más lamentables y en todo caso una práctica obsoleta a la que deberíamos renunciar.