Cerrada la operación Nemo

El juez ha decretado prisión incondicional por los delitos de retención ilegal y asesinato para Ana Julia Quezada, la autora confesa del pequeño Gabriel Cruz, después de tres días de interrogatorio y dos días de declaración consecutiva. El juez no tienen ninguna duda de que ella actuó sola. Ella misma lo ha confirmado en los interrogatorios y aunque ha declarado que fue una muerte infortuita, no hay duda de que ha sido por alegosia al tratarse de un niño de ocho años, que no tiene ninguna posibilidad de defensa.

Para la Guardia Civil, la excusa de Ana Julia Quezada para justificar su ira no da ninguna credibilidad.

La versión presentada por Quezada en todo momento aduce al pequeño para evitar así la prisión permanente. El abogado de la imputada ha asegurado que está arrepentida y que está colaborando con los investigadores. La próxima vez que hable con su clienta será ya en la cárcel de El Acebuche en Almería, donde la dominicana ha sido trasladada este mediodía.

Todo era una farsa para desviar la atención de ella

"Ana Julia interpretaba un papel con los medios, con nosotros y con los familiares”, asegura J. Hernández Mosquera, Coronel Guardia Civil Almería. "Una persona con una frialdad máxima", describe el comandante de la UCO, Juan Jesús Reina, a Ana Julia Quezada. Ambos destacaron en la rueda de prensa llevada a cabo en la Subdelegación del Gobierno de Almería esta mañana la “ambición económica” de la autora del crimen.

Según J. Hernández Mosquera, Coronel de la Guardia Civil Almería, la dominicana reaccionó de modo extraño cuando los padres aumentaron la recompensa económica.

Los investigadores han contado que no se centraron en la finca familiar, donde la autora confesa escondió el cuerpo sin vida de Gabriel, porque su hipótesis era que el niño estaba vivo.

Asimismo, han reconocido que durante la Operación Nemo hubo cierto miedo a que cualquier movimiento desembocará en un suceso negativo, por lo que destacaron en rueda de prensa el difícil papel de Ángel y Patricia. "La estrecha colaboración de los padres del pequeño con los investigadores ha sido crucial en la búsqueda”, subrayaba el Coronel de la Guardia Civil ante los medios.

Una vez Ana se convierte en el primer objetivo de la investigación, lo más complicado fue la repercusión mediática, según relataba J. Hernández Mosquera. Ambos han reconocido que tuvieron que hablar con los medios allí presentes para pedir espacio con la sospechosa y así poder llevar a cabo su trabajo.

El momento más duro para los investigadores fue descubrir al pequeño sin vida en el maletero del coche de Ana Julia. El comandante de la UCO se le quebraba la voz en medio de la rueda de prensa al relatar el fatídico momento y cómo los investigadores se vinieron a bajo en el momento de hallarlo. “Es que somos humanos”, decía emocionado. Mosquera, por su parte, dice que este caso ha marcado a todos, especialmente por el trato y la entrega de los padres del pequeño.