El Salesiano Juan José Gómez Serrano, de origen español, fue expulsado de la Iglesia por órdenes directas del Vaticano, debido a múltiples pruebas que lo inculpan de abuso de menores en Benín.

Juan José Gómez Serrano ha sido expulsado por abuso de niños

Los héroes de la historia fueron los voluntarios del centro de acogida, quienes denunciaron al sacerdote Juan José Gómez Serrano, conocido como Juanjo, de haber abusado de menores durante su estadía en Porto Novo.

El caso y las investigaciones pertinentes comenzaron hace siete años, época en la cual fueron mostradas las primeras alertas, pero lamentablemente fue desestimado por “falta de pruebas” y puesto en espera.

Por suerte, la insistencia de los voluntarios consiguió demostrar un número enorme de víctimas, donde han sido comprobados al menos una decena, pero según declaraciones, es posible que existan “numerosísimas” de las cuales se desconoce todavía su existencia.

El Vaticano, al enterarse de la reciente denuncia en la Audiencia Nacional, ha optado por utilizar la pena más severa que posee la iglesia, además de expulsar a Juanjo de sus funciones como Salesiano.

Por ahora, la investigación menciona que la mayoría de los abusos debieron ocurrir entre los años del 2011 y 2016, durante la época en la cual el Salesiano estuvo trabajando en una instalación donde permanecían al menos 2.000 menores al año, ubicada en Porto Novo, Benín.

La investigación fue muy compleja, y según declaraciones de los voluntarios en Benín, al no contar con el apoyo de la Iglesia, decidieron denunciar por su propia cuenta al sacerdote Juanjo en la Audiencia Nacional en el año 2015. Lamentablemente, el caso fue archivado de forma provisional hasta que fuera posible conseguir “más pruebas”, pero esto no fue suficiente para detener a los voluntarios, quienes desconfiaban de ciertas aptitudes.

Actualmente, el padre ha sido expulsado de los salesianos y se encuentra condenado a pederastia tanto por el ente judicial de España como por la Justicia Eclesiástica, obligando al sacerdote Juan José Gómez a abandonar su residencia en la congregación.

A pesar de esto, la orden no dio “visto bueno” a la investigación policial y terminó abandonando el proceso, con la intención de “no interferir con la justicia e investigación realizada en Benín”. Pero alrededor del año 2016 los voluntarios de origen Español, quienes deseaban reabrir el caso, volvieron a presentar denuncias con nuevas víctimas, exigiendo una noticia de investigación abierta en la Audiencia Nacional. Desde aquel momento, la Iglesia comenzó a proporcionar apoyo e incluso impulsó a la justicia a reabrir el caso, pues en ese momento ya existían “indicios consistentes”.

La poca colaboración retrasó la investigación y pospuso hasta el 2020 la condena

La Audiencia Nacional ha reconocido que este caso ha sido complejo, pues el delito implica a un español con delitos graves, en un país extranjero que presenta una mínima colaboración judicial con el caso. A esto es necesario sumarle una sustancial falta de pruebas directas y testimonios con ambigüedad de parte de las víctimas, las cuales aún residen en Benín.

Por ahora han descubierto un número considerable de amenazas, e incluso agresiones provenientes de amigos del sacerdote Juanjo, con la intención de incitar a “no colaborar” con el proceso de investigación y detener sus funciones en el país africano.

Una de las últimas declaraciones fue realizada por Pier Fausto Frisoli, fiscal general de la orden, quien envió una carta recientemente a las víctimas y contribuyentes para comentar el avance del caso: “El proceso ha sido particularmente largo y delicado.

Puedo afirmar, con toda conciencia, que no se ha escatimado en medios ni en esfuerzos para averiguar la verdad”.

Posteriormente se explica que la condena del sacerdote Juan José Gómez entró en vigencia el mes de febrero del año 2020, pero que no han conseguido la firmeza que desean, pues expiró el plazo de recursos. Los voluntarios y víctimas afirman que “Juanjo manipuló el proceso y manipuló a varias de las víctimas y testigos para que se retractaran de su declaración inicial". Se continúan realizando investigaciones, pero por suerte el padre acusado de pederastia ya ha sido apartado de la Iglesia y ha sido detenido en España.