Hasta el lunes, al menos 59 personas, la mayoría de entre 70 y 80 años, habían muerto en Corea del Sur después de la vacunación contra la gripe, entre casi 15 millones de individuos que abarcó la campaña de vacunación estacional contra esta enfermedad.
Sin embargo, la Agencia de Prevención y Control de Enfermedades de Corea (KDAC) afirmó el jueves pasado, que no se encontraron vínculos entre las muertes y las vacunas contra la gripe, y pidió a los ciudadanos que continúen vacunándose. Los funcionarios tratan de persuadir a un público cada vez más ansioso y temeroso sobre la seguridad de las vacunas y sus beneficios.
El presidente Moon Jae-in en una conferencia de prensa afirmó que "existe la necesidad de ampliar la vacunación contra la gripe este año no solo para prevenir la influenza, sino también para evitar la propagación de la gripe y el COVID-19".
Por prevención, el país vecino Singapur ha retirado temporalmente su respaldo para las vacunas SKYCellflu Quadrivalent de la surcoreana SK Bioscience y VaxigripTetra de la multinacional francesa Sanofi Pasteur, según informó el Ministro de Salud del país. Sucede que estas dos son las únicas disponibles en Singapur de las siete, que se administran en Corea del Sur. El ministerio continúa su plan de vacunación con otras dos vacunas y monitorea la situación. La Vaxigrip Tetra de la francesa Sanofi también está presente en España y su filial en el país informó que no ha detectado problemas de calidad o seguridad en sus vacunas distribuidas para el hemisferio norte.
Recomiendan la vacunación contra la gripe para no saturar el sistema sanitario
Este año, los países están llevando a cabo vacunaciones contra la gripe de manera más agresiva, como una forma de mitigar potencialmente los efectos de la pandemia de Coronavirus. Por cada temporada de gripe en los Estados Unidos, el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) estima que entre 140.000 y 810.000 personas son hospitalizadas por influenza y hasta 61.000 mueren a causa de la enfermedad.
Esas tasas serían considerablemente más altas sin inmunización.
Los estudios han demostrado que las vacunas contra la gripe pueden reducir el riesgo de enfermedades graves y hospitalizaciones relacionadas, lo cual es especialmente importante este año, dada la carga adicional que el coronavirus está imponiendo en el sistema de atención médica.
La cuenta sería la siguiente: Si menos personas necesitan ir al hospital por razones relacionadas con la gripe, habrá más personal y recursos para dedicar al cuidado de los pacientes con COVID-19.
El plan de vacunación contra la gripe tuvo contratiempos al inicio de la campaña
En Corea del Sur, la campaña nacional de vacunación contra la gripe comenzó con tropiezos. En septiembre, el Gobierno suspendió temporalmente las vacunas debido a problemas de la cadena de frío y a principios de octubre, se retiraron del mercado alrededor de 600.000 dosis de un fabricante después de que se encontraron contaminantes en algunos de los viales.
Pero los funcionarios de salud de Corea del Sur dijeron que las muertes recientes no parecen estar relacionadas con las vacunas en sí, ya que ocurrieron entre personas que recibieron inyecciones de los siete fabricantes diferentes y en individuos mayores y que experimentaban otras enfermedades de base, incluidos problemas cardíacos.
La edad promedio de las personas que murieron después de vacunarse fue de 74 años.
La agencia Reuter informó que el año pasado, más de 1.500 personas mayores murieron en el país asiático, dentro de los siete días de haber recibido vacuna contra la influenza, muertes que no estaban relacionadas con la inmunización. En Corea del Sur, los adultos mayores y los niños pequeños se deben vacunar, según el programa estatal nacional de vacunas gratuitas.