ZooXXI ha presentado un informe científico y jurídico sobre el estado de la Iniciativa Ciudadana que se aprobó en el Ayuntamiento de Barcelona en el mes de mayo de 2019, y que obligaba al Zoo de Barcelona a gestionar sus instalaciones con trasparencia y respeto al bienestar animal. Según el estudio realizado por David Perpiñán, consultor científico de la plataforma, se oculta información a la ciudadanía y se repiten los “errores del pasado” que generaban muertes y malgasto del dinero público.

Por ejemplo, la reproducción e incorporación de Animales provenientes de otros zoos en supuestos no autorizados y la muerte de 147 animales desde que entró en vigor la ordenanza firmada por todas las partes.

El zoo barcelonés no informó sobre las causas de la muerte de estos animales

Según declaraciones realizadas por Leonardo Anselmi, portavoz de ZooXXI, el director del zoo barcelonés debe dimitir porqué “no quiere dar las causas de muerte y porqué no tiene voluntad para aplicar la ordenanza, que evitaría muchas de ellas". De hecho, hasta que el zoo no informe de las causas de muerte no es posible descartar que se esté aplicando el culling, que es la matanza de animales sanos por razones de gestión y espacio”.

El zoo de Barcelona declaró que las muertes fueron por causa natural

La abogada de ZooXXI, Anna Mulà, desglosó durante la conferencia de prensa que la plataforma realizó para explicar la situación, cada uno de los artículos de la ordenanza que no se han cumplido. Según Mulá ha quedado demostrado el incumplimiento de la ordenanza y además no se puede utilizar la excusa de la pandemia de COViD-19 para las irregularidades descubiertas. La abogada informó que se actuaría de inmediato presentando denuncia tanto en vía administrativa como contenciosa, reclamando así el cumplimiento de la ordenanza, y además la dimisión del director.

La opinión pública ha sido engañada todo este tiempo

ZooXXI ha señalado con el dedo al ejecutivo municipal en Barcelona, acusado de mentir a la ciudadanía, ofreciendo un discurso falso y manipulador, al fomentar la participación popular, el activismo y la implicación, pero incumpliendo una ordenanza como la conseguida para el progreso y adaptación del zoo barcelonés a los requisitos de bienestar animal exigidos por los ciudadanos.

Además, se denuncia que la Asociación Internacional de Zoos y Acuarios, ahora localizada en la capital catalana, ha presionado al zoo de la ciudad condal para no cumplir con la ordenanza pactada, desoyendo una de las obligaciones del acuerdo, que era precisamente funcionar "con autonomía de las asociaciones nacionales e internacionales de las que forma parte”.