Las religiones son de práctica comunitaria, se ofician grandes ceremonias, peregrinaciones que reúnen miles de personas. Pero la ya declarada pandemia del coronavirus pone en peligro históricos usos, costumbres y tradiciones.

Los creyentes depositan sus aspiraciones y sus expectativas en su respectivo Dios. Se reza tomados de las manos o abrazados, se comparten alimentos o elementos varios.

Las reuniones son sistemáticas, los mismos días, los mismos horarios, en los mismos lugares. Se besan imágenes de santos o piedras sagradas. Los templos se atestan y el aire se torna peligrosamente irrespirable.

Todas las grandes religiones han pasado por devastadoras Enfermedades a través de los tiempos. Pero por primera vez, se ven forzadas a asociarse al poder civil para combatirlas.

En consonancia con las obligaciones y prevenciones emanadas de los Estados para proteger a los ciudadanos, los líderes religiosos toman nota y buscan proteger a los fieles y evitar contagios masivos. ¿Cuáles son ellas, religión por religión?

El Islam

Los países de Medio Oriente están cancelando los eventos religiosos multitudinarios tradicionales, obligando a muchos fieles a decidir si practican su fe como de costumbre o protegen su salud.

Arabia Saudita suspendió las visas a extranjeros que realizan la importante peregrinación a La Meca y Medina, que todos los años mueve miles de personas en torno la Kaabah. Esta es una medida sin precedente, ya que para el Islam, este evento es el más importante y todo creyente lo debe hacer al menos una vez en la vida. Son muy llamativas las imágenes de la Gran Mezquita desierta a causa de las medidas adoptadas para frenar el coronavirus.

En Irán, los funcionarios cancelaron las oraciones de los viernes a gran escala en más de 20 ciudades.

Una de las mezquitas más sagradas de Irak fue rociada recientemente con desinfectante para ayudar a prevenir la propagación del coronavirus y la Gran Mezquita de Kufa cerró temporalmente sus puertas a los fieles para la limpieza profunda.

El Catolicismo, activo ante el coronavirus

El Vaticano, la plaza y la basílica de San Pedro, epicentro religioso de la Iglesia Católica, está cerrado para fieles y turistas. También los Museos, Correos vaticanos y comedor de empleados, mientras la distribución de alimentos se organizará a través de entrega a domicilio.

En Parma, el norte de italia, plena zona roja de la enfermedad, el sacerdote Gianni Regolani, de 79 años, conocido como el “cura-piloto”, los domingos sobrevuela en un avión ultraligero y bendice desde los aires a los fieles imposibilitados de ir a misa por las estrictas prohibiciones.

En Argentina, el Episcopado anunció la suspensión del IV Congreso Mariano Nacional que se iba a realizar en la provincia de Catamarca y anunció a los fieles la suspensión del saludo de la Paz que se intercambia con besos en la mejilla o abrazos y la Eucaristía el sacerdote la depositará en la mano y no en la boca del creyente. Tampoco se comparte el agua bendita.

El papa Francisco, de 83 años, con audiencias de los miércoles y Ángelus de los domingos también suspendidas, realiza sus homilías por video y pidió “coraje para los sacerdotes, que visiten a los enfermos con coronavirus y asistan al personal sanitario.” El pontífice, luego de haberse sometido a un análisis de coronavirus que dio negativo, anunció que no asistirá a su retiro anual de Cuaresma.

El Budismo, agenda postergada

El Dalai Lama canceló todos sus compromisos públicos hasta nuevo aviso debido al brote de coronavirus. Aconsejado por sus médicos personales, el líder religioso del Budismo de 84 años, suspendió la ordenación de monjes y aplazó toda su agenda.