Autoridades de la salud han expresado que en el campo sanitario no pueden tener cabida alternativas artesanales, ya que carecen de principios técnicos básicos en el campo de la medicina. Es posible que una mascarilla pueda brindar algo de protección, pero ello implicaría pasar por alto medidas verdaderamente efectivas.

Alternativa ante la escasez

El no encontrar estos dispositivos oficiales en los negocios del ramo, y el temor que produce un posible contagio con el Coronavirus, ha inducido a miles de personas a confeccionar mascarillas artesanales.

Ante este hecho tangible, que se viene emulando en muchas partes del mundo, la licenciada en enfermería y vocera de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), Ester Gorjón, considera que las autoridades sanitarias deberían notificar a la población, sobre cuáles son las exigencias mínimas en cuanto a tipo de materiales y nivel de protección, que deberían reunir esos tipos de dispositivos.

Vale destacar, que la protección, en este caso, se da por la capacidad de filtrado del material que se emplee para las mascarillas. En este sentido, la doctora y especialista en tejidos, Mónica Ardanuy, de la Escuela Superior de Ingeniería Industrial de Terrassa, argumenta que el nivel de filtrado de un tejido cambia de forma importante, de acuerdo al calibre de la fibra, la posición del tejido, el gramaje y la densidad, aparte de otras particularidades.

Por su parte, la licenciada Ester Gorjón del Semes, reitera que los componentes con los que se elaboran esos objetos caseros no es de utilidad para detener ciertas partículas, además de que no son impermeables; por ello no aseguran protección ante las maneras de contacto del coronavirus. Sin embargo, estas profesionales concuerdan en que elegir entre portar algo y no llevar nada, optan por lo primero.

Orientaciones para la confección

Ante el avance de estos utensilios de fabricación casera, y como un aporte a la ciudadanía, para que mejore la efectividad de esos instrumentos ante el virus, la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña difunde un tweet con video donde se dan ciertas orientaciones para la fabricación artesanal de ese producto.

Es así como esa Consejería sugiere para su confección usar tejidos hidrófugos que repelan la humedad, como toallitas de bebé secas, pañuelos, paños de limpiar lentes y fundas de cojín; destacan que entre las telas que tienen mejor capacidad de filtrado y que se ajustan mejor al rostro se mencionan las camisetas 100% algodón y la tela de las fundas de cojín; cuyas capacidades de filtraje se ubican en 69% y 61 % respectivamente; si bien en el audiovisual advierten que las mascarillas sólo constituyen un elemento de protección adicional.

Por su parte, la Universidad Politécnica de Catalunya UPC, recomienda a través de una comunicación, no utilizar mascarillas caseras, pero en caso extremo de tener que hacerlas, desaprueba la tela de algodón para confeccionarlas, por cuanto absorbe agua y microgotas con virus; a parte de que, si ese tejido de algodón no se le ha aplicado antibacterianos, estimula el desarrollo de bacterias.

Agrega la doctora Mónica Ardanuy, también del equipo de la UPC, que las telas más apropiadas para fabricar tapabocas protectores de uso transitorio no sanitario, serían aquellas de escasa absorción de agua, fabricadas con fibras hidrofóbicas como el polipropileno o poliéster; tejidos ligeros con mucha capacidad de filtración.

Igualmente, aconseja combinar diversos retazos de tela de fundas de almohadas o paños de microfibra, considerando siempre que es para soluciones desechables y no para personal médico, pues se desconoce su nivel de filtrado.

Atender debidamente estos elementos es de suma importancia, cuando se va a confeccionar mascarillas caseras con textiles que se desconocen sus características, a los fines de evitar sensaciones irreales de protección.

Finalmente, la doctora Ester Gorjón del Semes, advierte que se está haciendo un uso inadecuado de las mascarillas, inclusive las de tipo oficial, pues muchas personas se colocan la nariz por fuera, en ocasiones se las quitan y vuelven a ponérselas, la meten al bolsillo, le tocan la parte delantera; y si las manos no han sido debidamente desinfectadas, el peligro está latente.

Las autoridades sanitarias a nivel mundial, coinciden en que las medidas más eficientes contra el coronavirus continúan siendo el lavado de manos frecuente, la distancia de por lo menos un metro entre personas, y no pasar las manos por la cara sin asearlas.