Un reciente estudio ha revelado que tener tatuajes no necesariamente significa que es más difícil conseguir un empleo, sino que en ocasiones es todo lo contrario. En el transcurso de las últimas décadas, se ha pensado que tener tatuajes visibles disminuye las posibilidades de encontrar un empleo, genera mala opinión pública, y está asociado a los problemas legales y jurídicos. Se creía que si se tenía algún tatuaje, era sinónimo de ser una persona problemática. Hoy en día, esto sigue ocurriendo en algunos países asiáticos tales como Japón, en el cual hay que taparse los tatuajes con vendajes cuando entras a ciertos establecimientos.

El estudio

Se ha revelado que tener tatuajes pequeños o considerados elegantes, puede incluso incrementar las posibilidades de éxito en el momento de buscar empleo. Esto no solamente se aplica en los trabajos relacionados con el arte, el entretenimiento o la cultura, puede aplicarse a empleos de toda clase. El estudio fue llevado a cabo en más de 50 estados de los Estados Unidos, hecho por la Universidad de Empresariales de Miami y la Universidad de Australia. Se entrevistaron a más de 2.000 personas.

Se ha comprobado también que no hay diferencias salariales que puedan comprobarse entre los empleados con tatuajes y los empleados que no tienen ni un sólo tatuaje visible. Aunque, probablemente, ciertos trabajos no vayan a aceptar la visibilidad de los tatuajes, tales como ejercer de juez o ser neurólogo, no es complicado darse cuenta del gran cambio de perspectiva que está teniendo el mundo entero con respecto a los tatuajes.

La excepción

Muchas veces, el motivo del rechazado no es por estar tatuados, sino por la calidad y contenido del tatuaje en sí, ya que en realidad no todo en el tatuaje es positivo. Hay personas, en cambio, que optan por tatuajes considerados por algunos como vulgares o de tamaños que superan la "norma".

Todo es cuestión de tiempo, la sociedad va cambiando de perspectiva y mentalidad a pasos agigantados.

No hay que olvidar que un estudio llevado a cabo hace tan sólo diez años, mostró resultados completamente diferentes. En el 2008 se preguntó a numerosas personas de más de cincuenta estados en el mismo país, y sorprendentemente más del 80% de los encuestados respondieron negativamente ante los tatuajes.

En algunos países, ya son muchas más las personas que tienen tatuajes, que las que no tienen ninguno. Nunca se sabe, pero tal vez en un par de décadas será más extraño ver a personas sin un sólo tatuaje que a empleados llenos de tatuajes.