En el gran suceso de los 12 niños de entre 11 y 16 años que la semana pasada fueron rescatados finalmente de dentro de una cueva en el norte de Tailandia, donde pasaron hasta 18 días atrapados, han ofrecido este miércoles su primera rueda de prensa tras salir del hospital donde se han estado recuperando. Todos ellos, y su entrenador de 25 años, con quien quedaron atrapados, comparecieron en buen estado de salud y acompañados de tres Navy Seals tailandeses que estuvieron con ellos desde que se les localizó, nueve días después de haber entrado en la cueva.

Explicaron de lo sucedido en rueda de prensa

Una rueda de prensa los abordó para preguntarles el por qué decidieron entrar en la cueva, a pesar de que se acercaba la época de monzones, los niños explicaron que no fueron para celebrar el cumpleaños de uno de ellos, como había especulado, sino que decidieron acceder libremente para verla. También dijeron que nunca antes habían estado, aunque habían colgado imágenes a en Facebook insinuando que sí.

También en contra de lo que se dijo durante el rescate, todos aseguraron que sí sabían nadar. "Todos sabemos nadar, no es cierto que no sabemos, después de jugar fútbol hacemos actividades de natación constante", explicó el Ake, el entrenador de los Jabalíes, como se llama este equipo de fútbol infantil.

El chico asegura que nunca fueron conscientes de que el agua podía subir tanto, y tan deprisa como para ponerlos en esa situación.

Su valentía y esfuerzo por salir de la cueva

"Vimos que estábamos atrapados en el camino de vuelta. Teníamos que mojarnos y nadar", había explicado el entrenador. "Alguien gritó: ¿Estamos perdidos?", Relató, y añadió que él mismo les aseguró que no estaban perdidos porque el agua volvería a bajar al día siguiente.

El entrenador les tranquilizó diciéndoles que podrían salir con cuerdas y que alguien les vendría a buscar. "Les dije que no tuvieran miedo porque saldríamos al día siguiente", explicó el entrenador.

Al ver que no bajaba el agua, los chicos intentaron salir "excavando", explicaron, y lo fueron haciendo por turnos. No tenían comida y aguantaron todos los días recogiendo y bebiendo agua que se filtraba a través de las paredes de la cueva.

El Ake explicó que pensaban que había algún camino para salir de la cueva y empezaron a hacer el camino de vuelta. "Sentíamos como subía el agua hacia nosotros mientras esperábamos que nos rescatara alguien. Subió unos tres metros. Pero no sentíamos la lluvia fuera", relató.