The Washington Post ha decidido publicar la última columna del periodista saudí Jamal Khashoggi , desaparecido desde el 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul y que según el gobierno turco habría sido asesinado por un comando. El diario estadounidense explica que ha optado por hacer público el texto, que defiende la libertad de prensa en el mundo árabe, ante la evidencia de que Khashoggi no volverá.

Mientras tanto, continúa el registro por parte de la policía turca en la residencia del cónsul saudí en Estambul, después de que se filtrara que una grabación demostraría que fue descuartizado vivo y posteriormente asesinado.

La grabación, sin embargo, no se ha hecho pública y el miércoles el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que la han reclamado a las autoridades turcas "si es que existe".

La responsable de Opinión del diario, Karen Attiyah, ha revelado que recibió el texto al día siguiente de la desaparición de Khashoggi. "Pensaba que en Jamal volvería, y que la podríamos editar juntos, pero como esto no pasará hemos decidido publicarla".

Khashoggi, que se exilió a Estados Unidos después de haber sido amenazado repetidamente por las autoridades saudíes, denuncia que la falta de libertad de prensa en el mundo árabe "hace que la gente esté desinformada o mal informada". Asegura que el mundo árabe "se enfrenta a su versión del Telón de Acero, impuesto por actores domésticos que se disputan el poder" y apuesta por "una plataforma de voces árabes" que pueda tener eco internacional.

El autor cita el caso el del escritor saudí Saleh al Shehi, encarcelado por sus textos, y lamenta que la censura "ya no topa con una contundente reacción de la comunidad internacional, sino con una condena que rápidamente se convierte en silencio ".

Llamada al boicot

El caso ha generado una polémica de alcance mundial, porque revela la naturaleza del régimen saudí, aliado de Estados Unidos y de las principales potencias europeas y uno de los principales productores mundiales de petróleo.

Políticos y empresarios de todas partes han anunciado que no participarán en la conferencia de inversores que se celebrará la próxima semana en Riad. Grandes multinacionales como el fondo Goldman Sachs, el fabricante francés de armamento Thales y Pepsi se enfrentan a una creciente presión para boicotear el encuentro.

Registro en la residencia del cónsul

A estas alturas continúa el registro de la policía turca en la residencia del cónsul, después de que ha buscado pruebas sobre el supuesto asesinato a la delegación diplomática. La investigación sigue la pista de varios vehículos con matrícula diplomática que se ven en las filmaciones de las cámaras de seguridad trasladándose del consulado en la residencia, a menos de un kilómetro, dos horas después de que Khashoggi entrara en el edificio para hacer un trámite de divorcio, momento en que se le vio por última vez. El cónsul, Mohamed Ibrahim Otaiba, huyó de Turquía el lunes.