El Campo de Gibraltar ha pasado de ser una pintoresca ciudad costera de la provincia de Cádiz, a convertirse en epicentro del narcotráfico. A la situación del comercio ilícito de drogas, se suma el hecho de que la ciudad se ha convertido en uno de los puntos más álgidos para la inmigración marítima ilegal a España. La combinación ha convertido la comarca en un hervidero de cárteles de narcotraficantes y violencia, auspiciados incluso por la misma comunidad.

La narcociudad del Campo de Gibraltar

Al respecto, el Campo de Gibraltar ha pasado a ser conocida como una especie de narcociudad, en la que la cultura del narcotráfico, la violencia y los vicios asociados a esta actividad han proliferado y calado en su población.

Los habitantes de esta localidad han encontrado en el tráfico y contrabando de sustancias estupefacientes un modo de ganarse la vida en una economía deprimida.

Ante la situación evidenciada, el gobierno central, a través del Ministerio del Interior, ha puesto en funcionamiento un Plan Especial de Seguridad, en conjunto con la Policía Nacional y la Guardia Civil. Este plan incluye 7 millones de euros de dotación económica, distribuida en 5.5 millones de euros que se destinarán a recursos humanos y 1.5 millones de euros que irán a insumos materiales e inversión en sistemas y servicios de investigación e inteligencia.

El ministro del interior conoce de primera mano las condiciones de vida en el Campo de Gibraltar

La visita del ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska fue el detonante para que se diera inicio al Plan Especial. El pasado 9 de julio, el representante ministerial pudo constatar el estado y situación de inseguridad, tráfico y contrabando que reina en la zona.

Además, aprovechó la visita para conocer el funcionamiento interno de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como determinar cuáles eran los principales reclamos y demandas de los habitantes del Campo de Gibraltar.

Dentro de las medidas que planean adelantarse como mecanismo de confrontación directa con el narcotráfico, se contempla el reforzamiento de los espacios aéreos y marítimos.

Para ello, se contará con la vigilancia de funcionarios de la Policía Nacional, quienes actuarán a través del grupo especial contra el crimen organizado (GRECO). De igual forma, se integrará la Guardia Civil, la que a su vez participará con su equipo de Investigación Contra el Crimen Organizado (ECO).

A las dos fuerzas se une el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), quien se dedicará a realizar labores de inteligencia relacionadas con actividades delictivas desplegadas en el Campo de Gibraltar. Los tres cuerpos de seguridad contarán con la posibilidad de intercambiar información mediante el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), a objeto de realizar operaciones conjuntas.

El despliegue logístico y económico estará bajo la coordinación de la Secretaría de Estado de Seguridad, quien deberá velar por el trabajo conjunto de las fuerzas del orden público. De igual forma, la referida Secretaría tendrá a su cargo supervisar el correcto funcionamiento de las mesas de trabajo que se creen al respecto.