Llevan ya casi una semana a bordo de la embarcación que les salvó la vida. Esta madrugada tocarán tierra firme por primera vez desde que, la noche del sábado pasado, las pateras en las que viajaban quedaran a la deriva o quebradas en medio del Mediterráneo.

De las 629 personas rescatas por el Aquarius, más de 100 son menores que no viajan acompañados, 11 son bebés y 7 son mujeres embarazadas. Desde que el capitán del navío alertara de la falta de provisiones y condiciones, a causa del gran número de migrantes rescatados esa madrugada, dos buques italianos se sumaron a la trayectoria.

Lo hacen solo para prestar los servicios de socorro y traslado hasta llegar a tierra española.

Ante la situación de emergencia y como una excepción, el Gobierno otorgará el estatus de refugiados a los cientos de migrantes que esta noche pisen suelo valenciano. El desembarco es algo que se ha estudiado y analizado desde que se conociera la noticia. Se hará de manera gradual, para lograr que cada uno de los viajeros tenga una revisión lo más minuciosa posible. Desde el primer punto de encuentro la atención sanitaria será lo primordial para todo el equipo de rescate y acogida.

Desde el puerto de Valencia los médicos que realicen el chequeo decidirán si la persona debe ser trasladada a un centro médico o puede permanecer con el grupo en los puntos de acogida.

Es en este momento cuando personal de la Cruz Roja española entregarán un kit básico para la higiene diaria de las primeras horas.

La segunda fase es brindarles a los 629 refugiados que viajan a bordo del Aquarius asistencia legal y psicológica. La atención brindada por el personal que trabaja para detectar posibles problemas de salud y reparar en las personas que presentes alguna discapacidad.

También cuentan con un servicio para el apoyo a las mujeres que pudieran haber sufrido agresiones sexuales.

La polémica por los CIE´s

Mónica Oltra, vicepresidenta y consejera de Igualdad y Política Inclusiva de la Generalidad Valenciana, ha manifestado este viernes en rueda de prensa que se trata de una situación de excepcionalidad.

Lo del Aquarius no debe, según sus palabras, ser regulado bajo los parámetros de la Ley de Extranjería. Ha remarcado que, como hasta ahora, deber ser una situación en la que prime el derecho humanitario.

Para calmar algunas voces y murmullos que sostienen que se trata de un privilegio que costará muy caro a la población, Mónica Oltra ha ratificado una vez más, que se estudiara la situación particular de cada inmigrante que recale en las costas valencianas esta madrugada. También ha declarado que no comparte la posibilidad de que, algunas de las personas que fueron rescatadas la madrugada del pasado domingo en altamar por el Aquarius, puedan ingresar a un Centro de Internamiento para Extranjeros.

La vicepresidenta y consejera de Igualdad y Política Inclusiva ha sostenido que la decisión de que el buque de rescate llegue a puerto valenciano no es una situación cotidiana. Y que no se trata de un barco con inmigrantes que sin autorización previo llega a las costas de la comunidad valenciana. El Aquarius es un barco al que el Gobierno de España ha autorizado una intervención política y que el trato que se le brinde a las personas que están a bordo no puede ser convencional.

Cabe destacar que, sin un análisis y estudio detenido de cada uno de los casos, más del 80 % de los migrantes que viajan a bordo del Aquarius, tendrían la posibilidad de pedir asilo político en España, debido a la situación actual en sus países de procedencia. Es decir, regiones que se encuentran en guerra o son gobernadas por dictaduras consideradas genocidas.