Las 629 personas que han sido rescatadas, la madrugada del domingo, y los 24 tripulantes de la embarcación se dirigen a Valencia. La noticia se hacía pública a las pocas horas de que el primer Ministro italiano de Exteriores, Matteo Salvini, comunicara que su país cerraba todos lo puertos al Aquarius.
La decisión del recientemente estrenado gobierno de Pedro Sánchez ha generado un debate público del que muy poco se puede acotar. Me atrevería a decir que, ningún ciudadano de apie, tiene la solución concreta para para solucionar el problema de los refugiados.
Aparecen, como suele ocurrir cuando uno tiene ganas de hablar y pocas herramientas, los pseudo conocedores que solo repiten lo que han escuchado. El miedo se instala en sus pensamientos y aleja todo recuerdo. Como si el mundo no se hubiera conformado de masas migratorias. Como si hasta hace menos de cien años cientos de españoles no hubiesen logrado salvar su vida, gracias al exilio.
Parece que la segunda o tercera generación de refugiados españoles se ha olvidado de la historia más reciente de nuestro de país y repiten, casi sin sentido, frases como "saben que en Europa se vive bien" o "está bien, son personas, pero no pueden venir así como si nada" y la más repetida, o al menos la que más he escuchado, "esto solo va a atraer a las mafias".
Sí, en Europa se vive bien, mucha gente vive bien pero no todos. Vivimos bien o muy bien por el solo hecho de no hacerlo en una guerra eterna que ha arrasado con todo, incluso con las esperanzas. Los refugiados del Aquarius no vienen como solo como podrían venir, salvando sus vidas. Era embarcar en una patera precaria, con un chaleco que ni siquiera cumple las condiciones para las que fue hecho o morir ayer.
¿Cómo llegaban los españoles a Francia durante el franquismo? ¿Cómo viajaban a Sudamérica? Ni en primera, ni con maletas, mucho menos dinero. Se iban con la única ilusión de ser recibidos, de que un país extraño, al menos, no los expulsara.
Así llegan las 629 personas que han sido rescatadas del Mediterráneo.
Valencia se prepara para recibir al Aquarius
Las tres embarcaciones, Aquarius y dos barcos italianos que acompañan a este, llegarán a Valencia durante los próximos días.
Mónica Oltra, vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana, ha comparecido ayer ante la prensa para explicar cómo será el operativo de acogida.
A los 629 inmigrantes se les concederá el estatus de refugiados, dada la situación de excepción y emergencia en la que se encuentran. Con posterioridad se estudiará cada caso en particular.
Los barcos atracarán en las instalaciones que originariamente se utilizaron para la Copa América y que están en La Marina de Valencia. El calado de este sitio posibilita que atraquen los tres buques que viene desde Italia.
La superficie de la antigua base de Alinghi cuenta con una superficie de 1.700 metros., por lo que la logística se realizará desde este punto y estará a cargo de la Cruz Roja.
La zona ha sido acondicionada durante las últimas horas debido a que llevaba mucho tiempo sin ser utilizada.
Después del desembarco, los inmigrantes serán atendidos y revisados por médicos de la ONG. Se practicarán análisis de ADN para evitar separar a las familias. Cabe recordar que en las pateras que han sido rescatadas viajan más de 100 menores sin compañía, 11 bebés y 7 mujeres embarazadas. Las primeras valoraciones permitirán conocer si alguno de ellos requiere de una atención especial en centros hospitalarios.
Luego de la atención médica y durante los días subsiguientes los inmigrantes recibirán ayuda psicológica y legal.