La madrugada del sábado al domingo, el Aquarius ha realizo otro de esos rescates que conmueven y emocionan. Como si alguno de los que ha hecho desde que navegara por el Mediterránea para ayudar a los inmigrantes que las pateras abandonan a su suerte. Sin embargo, el del domingo ha sido especial. Más de 600 personas rescatadas, entre ellas más de cien menores de edad que no viajaban acompañados de ningún mayor. Entre los que lograron salvar la vida había once bebés y siete mujeres embarazadas.
La gran mayoría de las personas rescatadas procedía de Sudán.
Dos pateras, como relata desde su cuenta de Twitter la periodista del periódico El País, Naiara Galarraga, 229 personas fueron rescastadas de dos pateras. Una de las precarias embarcaciones se quebró y unas cuarenta personas cayeron al mar.
Afortunadamente todas pudieron salvar su vida. Otras cuatrocientas personas fueron rescatadas, la misma madrugada, por embarcaciones mercantes o la Marina italiana.
No obstante, Libia ha interceptado a una patera con ciento cincuenta y dos personas a bordo, que una vez en tierra serán trasladados a centros de detención libios. Además de los peligros del mar, los inmigrantes se enfrentan a las patrullas libias y las políticas inhumanas del país.