No hay duda de que todas nuestras acciones tienen consecuencias y así lo demuestran estudios recientes en la Antártida. La raza humana a lo largo de muchos años ha generado distintos tipos de contaminación en los océanos, y en algunos casos ha sido inevitable, pero no deja de tener impacto en la naturaleza. Así lo muestra la reciente Investigación científica de un grupo de especialistas del CSIC, donde han demostrado que en lo profundo de la Antártida, a más de 1000 metros y por lo menos en una extensión de 4000 kilómetros, hay graves problemas de contaminación a nivel microscópico.
Elementos tóxicos en el fondo del mar no se pueden eliminar
Uno de los problemas más graves de esta situación es que a esa profundidad no hay nada que pueda degradar las sustancias químicas que no deberían estar allí, ya que los rayos solares no son capaces de llegar y en muchos casos las bajas temperatura no destruyen las partículas tóxicas. Por mucho tiempo se tenía la idea de que el mar se limpia solo, es decir se pensaba que la presión producida por la cantidad de agua infinita que tiene el mar podía destruir la mayoría de los elementos contaminantes, pero ahora queda descubierto según los estudios en la Antártida, que esta idea tiene algunos detalles que hay que analizar.
A esa profundidad no hay manera de destruir la toxicidad del agua ni limpiarla por acción humana, de hecho es inalcanzable de manera que el destino de estos elementos es dañar a algunos organismos que viven en esos abismos y a algunas criaturas conocidas y desconocidas que viven en esa inmensa oscuridad.
En este momento prácticamente no hay mucho que se pueda hacer, quizás pueda hacerse una investigación en cuanto a la cantidad de años que necesitaría cada elemento para degradarse así mismo, pero lo cierto es que la contaminación en el fondo marino de la Antártida es una realidad.
Por qué se contamina el mar
Según el estudio no se puede establecer una causa o el momento exacto en que se produjo determinado daño al ecosistema marino, pero sí se ha determinado presencia de hidrocarburos y otros elementos provenientes de la combustión como la que se produce dentro de los motores de barcos y transportes similares que navegan en la Antártida, dejando en evidencia que la contaminación es producida por acción humana, sin embargo faltarían más estudios sobre ese aspecto.
Esta situación es muy grave ya que a nivel celular hay muchas criaturas en el fondo del mar que absorben la mayoría de los elementos presentes y las consecuencias pueden ser mayores. Hay muchas organizaciones que estudian la Ecología y que han promovido el conocimiento sobre los hidrocarburos y los plásticos, el desecho de los pañales de bebés y de materiales como el aluminio que casi siempre llegan a los mares, pero la ventaja de algunos de estos desechos es que no todos se hunden en el fondo marino y pueden ser degradados por la luz solar, a diferencia de los restos de la combustión de los motores de los barcos que están en los mares del planeta no solo de la Antártida.