Este raro síndrome no es más que un trastorno de ansiedad en el cual los Niños se inhiben de hablar en ciertas circunstancias, a tal grado que quienes lo presencian creen que son mudos, de ahí el nombre de mutismo selectivo. Aprendamos un poco sobre él.
Origen del mutismo selectivo
Este síndrome fue descrito por primera vez en el siglo XIX, pero fue el en siglo XX cuando se le denominó inicialmente mutismo electivo, siendo a partir de 1970 cuando se le empezó a llamar mutismo selectivo. En la actualidad, este trastorno está incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM) entre los trastornos de ansiedad infantil.
Desde el punto de vista epidemiológico, se ha reportado que tiene una incidencia de 1 a 2 por cada 100 niños menores de 15 años, mayormente en niñas, aunque muchos investigadores consideran que es mayor dado que este trastorno es a menudo subdiagnosticado. Hay quienes lo confunden con el síndrome de Asperger, o con trastornos del espectro autista, sin embargo es importante enfatizar que contrario a lo que algunos piensan, este síndrome no es un problema de comunicación, como sucede en el síndrome de Aperger o en el autismo, ya que el niño puede comunicarse en contextos donde se siente cómodo.
Causas y características del mutismo selectivo
No está del todo claro a qué se debe la aparición de este síndrome, se cree está relacionado con algún hecho ocurrido en la infancia, así mismo se cree hay cierta predisposición hereditaria.
Desde el punto de vista clínico, en este síndrome lo característico es que la persona que lo padece parece muda, pero solo cuando se expone a situaciones sociales determinadas, pues no tienen ningún impedimento para hablar ni para comunicarse, ni están afectadas áreas como el aprendizaje y el comportamiento, al contrario muchos investigadores consideran que estos pacientes tienen un coeficiente normal alto.
Las personas con mutismo selectivo a menudo evitan el contacto visual, sonríen poco y tienden a ser inexpresivos, tanto con su expresión facial, como con lo que sienten, pero tienden a identificarse con los sentimientos de los demás.
Ya que es común observar que no pueden hablar en circunstancias sociales específicas, sin duda, esto interfiere con su comunicación en cualquier ámbito, y esto a la larga, si no se trata lo puede llevar a presentar otros trastornos, como por ejemplo la fobia social, y en casos mas graves llegar a tener ideas suicidas.
¿Qué se recomienda ante el mutismo selectivo?
Ante la sospecha de un niño con mutismo selectivo se debe buscar ayuda profesional, quien probablemente diseñe una terapia conductual para tratar de disminuir la ansiedad y donde se incluya la participación de la familia y el entorno en el que se desenvuelve el niño.