Si las reuniones de trabajo te resultan fastidiosas y te aburres muy rápido, tienes que hacer algo. Esas reuniones que tanto resistes podrían ser tu boleto de entrada al ascenso porque forma un escenario perfecto para mostrar tus habilidades de liderazgo. Aquí recopilamos las maniobras y estrategias que debes poner en práctica para sacarle el jugo a tu próxima junta de trabajo, Estúdialas, lúcete en la mesa de conferencias y prepárate para la promoción.

Documéntate

Mantente al tanto sobre el contenido de la reunión. Haz una investigación detallada de los temas que se trataran para que tus observaciones gocen de fundamento.

Escoge varios datos novedosos que tu creas deben ser de importancia en la discusión. Estudia las actas de reuniones pasadas, o publicaciones recientes sobre el punto en cuestión.

Cuida tu imagen

Proyecta una imagen profesional y gánate el respeto de los asistentes. Las apariencias si cuentan, pues las personas tienden a hacer juicios inmediatos basados únicamente en el aspecto físico.

Vigila el lenguaje corporal

Tu lenguaje corporal dará una excelente impresión. Trata de observar a tus interlocutores, como claro indicio de confianza. Para demostrar interés y atención inclínate hacia adelante, mantén todos los papeles e informes muy ordenados sobre la mesa. En cualquier comunicación oral se calcula que el tono de la voz tiene 5 veces más impacto y el lenguaje corporal es 8 veces más poderoso que las propias palabras que se utilizan.

Hazte notar

Trata de intervenir desde el inicio, así te muestras como un participante activo y no como un simple observador, que solo interviene después que la gente importante fija las pautas. No le des un tono negativo a tus opiniones. Anexa los datos pertinentes que se requieran para dejar muy claros tus proyectos y así hacer que todos los entiendan.

Lleva recortes de revista, un gráfico o algún juguete infantil que ilustre tu punto. Eso hará la diferencia.

Identifica a tus adversarios y negocia un compromiso por adelantado para que ninguna de las partes vea minada su autoridad en público. Es importante entender los puntos de vista o puestos para poder contra arrestarlos.

Respeta el derecho ajeno

No permitas que tus prejuicios personales o profesionales te impidan escuchar cualquier buen planteamiento. Las reuniones cara a cara pueden ser de tres tipos: de apoyo, de colaboración y de confrontación. En las de apoyo, por ejemplo, procura sentarte formando un ángulo recto con respecto a la otra persona, lo cual ayuda a eliminar barreras y te permite mirarle a los ojos a la otra persona.