“Y aconteció que diciendo él estas cosas, una mujer de la multitud, levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” (Lc 23, 26-43)

María, obediente como nadie

Cuenta San Lucas en el capítulo 23 que una mujer le dice a Jesús que los pechos que lo amamantaron y el vientre que lo atrajo al mundo eran bienaventurados, para sorpresa de muchos, Jesús le dice que más bienaventurado es aquel que oye la palabra de Dios y la pone en práctica.

¿Con esto, Jesús hace ver menos la misión de María como su madre? Para nada, con estas palabras Jesús enaltece el papel de su madre en su vida, ya que afirma que lo que realmente la hace bienaventurada fue haber cumplido la voluntad de Dios al escogerla como madre de su único hijo.

Una fiesta para todos los Cristianos Católicos

Recientemente el Papa Francisco ha instaurado a través de un decreto de la Congregación para el Culto Divino que las fiestas de María, Madre de la Iglesia, se celebren cada año el lunes próximo al Pentecostés. De esta manera se incluye en el Calendario Romano esta devoción, y así pueda ser celebrada cada año.

Madre de la Iglesia

La Virgen María por ser la madre de Cristo, quién funda la Iglesia es automáticamente la madre de la Iglesia.

Ya lo dijo siglos atrás San Agustín, cuando expresó que María es madre de todos los miembros de Cristo. María que nunca se separó de su hijo Jesús, ni en el momento de su muerte, estando siempre al pié de la cruz y acompañó luego a los apóstoles en su trabajo apostólico llevando la buena nueva por todo el mundo.

La Virgen María es sin duda la guía de la Iglesia, un testimonio perfecto de obediencia al plan salvador de Dios.

Ya en 1964, el Papa Pablo VI declaró a María como madre de la Iglesia, para aquel momento, se hizo una concesión para que en algunas diócesis se celebraran estas fiestas. Hoy el Papa Francisco hace justicia declarándolas parte de la memoria del Calendario Romano y Libros Litúrgicos.

Una guía incondicional

La Virgen maría es sin duda la persona más devota a Jesús.

Fue a quien Jesús le concedió su primer milagro en las ”Bodas de Caná” (Jn 2:1-12 ). Fue la mujer a la que su prima Isabel, inspirada por el Espíritu Santo la llamó “Bendita eres entre todas las mujeres” (Lc 1:42). María es sin duda el mayor ejemplo de como debe ser un Cristiano, valiente, obediente, siempre poniendo en primer lugar las cosas de Dios, viviendo una vida de piedad conjugada con la vida cotidiana. Por eso María es la madre de la Iglesia, por ser la madre de Dios.