Hijo de una familia de clase obrera, una de las personas que más conoce de Norman Foster, Deyan Sudjic , asegura que fue un niño demasiado inteligente y curioso. Tanto, que al parecer, jugar con los otros niños del barrio le resultaba aburrido.

Nació en Manchester, el primer día de junio de 1935. Tres aficiones marcaron su niñez: los tebeos, la bicicleta y dibujar, las mismas tres pasiones que, a los 82 años, realiza prácticamente a diario. Cuando está en Madrid, es habitual verlo pedalear por la Casa de Campo. La gente que clasifica el material en la fundación que lleva su nombre cuenta que suele enviar una media de cuatro cuadernos con sus dibujos al mes.

En su casa, la que con esfuerzo mantenían sus padres, no tenía baño, tampoco libros, mucho menos algún lujo. Norman Foster creció en un ambiente real, como muchos otros niños, solo que nadie (en aquellos suburbios del Manchester de la década del 50) podía creer que el muchacho alto y delgado fuera a la universidad. Nadie allí lo hacía, no era algo que se pudieran permitir.

Hombre de amores largos, se casó dos veces, la primera con Wendy, "mi difunta esposa Wendy" como suele recordarla Foster en las conferencias. Compañera de vida y trabajo hasta que falleció en 1989. Su segunda esposa es Elena Ochoa colaboradora en muchos de sus proyectos más personales como la fundación.