Como en el resto de la geografía gallega, en Ourense había temores de una lluvia intempestiva que desluciese la tradicional Cabalgata de Reyes. Aunque no todos eran de esa opinión. Una anécdota lo explica mejor que otras palabras. Y es que, justo el día anterior, dos amigos iban por el barrio de A Ponte y uno le decía rotundamente al otro: Te aseguro que mañana por la tarde no llueve.

En 24 h, por el mismo barrio, pasaban las carrozas y los bailarines que conformaron una Cabalgata sin la amenaza de la lluvia. Y eso que, esa misma madrugada, cayó con ganas.

Los Magos, con su comitiva, salieron sin problemas de la estación de tren y bajaron cara la Plaza Mayor sin inconvenientes, despertando los gritos de admiración de los más pequeños. La Navidad llenaba las calles de algarabía.

Una Cabalgata que discurrió con toda facilidad

La de Ourense es una Cabalgata tranquila, con algunos puntos donde la gente suele rebordar los márgenes de seguridad, pero que pronto recula hasta ocupar su puesto sin peligro. Otro problema suele ser la climatología, tendente a las lluvias y al frío.

Ayer, todo estuvo en su lugar.

No llovió, a pesar de las precipitaciones fuertes de madrugada, y la gente se portó, ocupando las aceras y dejando paso franco a la comitiva de los Magos. Para los puntos conflictivos, como la Estación Empalme, se colocaron vayas de seguridad con antelación. También se reforzaron los vigilantes y se redujeron los acompañante de sus majestades en el tren que les transportó hasta la ciudad.

Con un breve retraso, que en nada deslució la jornada, la Cabalgata salió de la estación de tren, atravesó el barrio de A Ponte, cruzó el Puente Romano y enfiló cara la Plaza Mayor, lugar donde subieron al Ayuntamiento y nos desearon una feliz Navidad.

Hasta el alcalde de Ourense repartió caramelos

Una de las curiosas imágenes que nos dejó la tarde fue la del alcalde de Ourense, don Jesús Vázquez Abad, repartiendo caramelos entre niños y mayores.

Y no iba caracterizado como uno de los Magos, pero no quiso perderse la emotiva Cabalgata. Es un hecho, tanto niños como mayores disfrutamos de ellos.

Otra imagen, que no suele faltar, fue la de alguno mayores que, paraguas invertido en ristre, aprovecharon para hacerse con varios caramelos sin esfuerzo. O quizás protegían las cabezas de quienes estábamos debajo, vaya usted a saber. Lo cierto es que algunos prefieren pillarlas al vuelo, literalmente.

Una temática espacial

La Cabalgata llevó una estética espacial, con globos de helio que representaban, en primer lugar, una gran estrella de Belén blanca.

Luego, los planetas del sistema solar. En medio, bailarines jóvenes con distintos atuendos: cartas a los Reyes, buzones, carteros, ángeles, estrellas... Y las carrozas motorizadas de los Magos, con un cuidado lucerío.