Según Harvard Business Publishing el mundo de los negocios no ha dejado de evolucionar creando nuevos retos para el sector. Dentro de los nuevos retos empresariales esta la reestructuración de sus modelos, buscando aumentar la eficiencia y reducir los gastos. Respecto a los cambios estructurales quizás el mas importante es el de la jerarquía empresarial. Este es un debate que cada vez es más recurrente en los ambientes laborales ya que se ha hecho evidente la necesidad de desarrollar modelos de liderazgo.

Dicho debate ha permitido cuestionar la diferencia entre un jefe y un líder, que si bien ambos ejecutan y entregan resultados sus efectos y metodologías difieren en una gran medida.

Uno de los principales factores que los diferencia es la pasión que tiene el líder y su capacidad de aumentar el valor de su producto, lo cual debe ser la prioridad de las empresas al momento de adaptarse a nuevos cambios.

Los lideres a diferencia de los jefes son capaces de delegar porque confían en su equipo, lo cual permite aumentar la eficiencia operacional. Todos en una empresa pueden ser líderes, cualquier líder puede ser un jefe, pero no todos los jefes pueden ser líderes. Por tal motivo, debatiremos en este articulo la diferencia entre los jefes, los líderes y el efecto de este debate en la jerarquía empresarial.

El concepto de jefe

Este concepto de tener un supremo es parte de nuestra sociedad.

Siempre tendrá que existir un ente con mayor poder, encargado de dirigir las acciones y supervisar la ejecución. Sin embargo, en las empresas esa jerarquía esta resultando perjudicial. Un jefe se define como esta persa al cargo de un proyecto o empresa cuya prioridad es cumplir las metas usando a sus empleados. Su falta de confianza en los empleados le obliga a ordenar y supervisar de manera detallada todas las acciones de la empresa, teniendo miedo de la delegación de las tareas.

Del mismo modo, un jefe se caracteriza por hablar más y no escuchar a los demás, porque cree que es él quien debe iluminar con conocimiento supremo a los demás. Al no considerar a sus empleados como un equipo, en momentos de una crisis su prioridad es encontrar un responsable y no una solución. Vinculado a esto, un jefe suele sacar la cara por lo bueno a nombre propio así sea producto del trabajo ajeno.

Nuestro concepto de líder

Por su parte, el líder es una figura que tiene una posición de poder, pero que además es el referente para el resto de la empresa. Un líder es un ente que no ordena sino motiva y da fuerzas a su equipo con el propósito de cumplir las metas propuestas con valor agregado. Su prioridad es desarrollar a su equipo de tal manera que cada uno de ellos se sienta responsable y apropiado de su rol. Otra cualidad vital de un líder es la confianza en su equipo, lo cual le permite delegar funciones de acuerdo a las capacidades de cada uno, promoviendo la cooperación.

Además es una persona que prefiere escuchar a los demás antes de hablar, ya que esta dispuesto a aprender. Por tal motivo en momentos de crisis un líder ayuda a buscar soluciones en lugar de buscar culpables ya que no se escuda en las escusas.

Así como los problemas son colectivos, los logros son también reconocidos a todo su equipo.

Aptitudes de un líder según Harvard

Según un estudio publicado por Harvard Business Publishing hay 7 aptitudes básicas que todo líder debería desarrollar. En primer lugar un líder debe tener la capacidad de manejar la complejidad, aprovechando los retos y problemas como oportunidades de crecimiento. Relacionado a esto, deben tener una mentalidad global que les permita adentrarse en la globalización, buscando oportunidades de cooperación externas. De tal manera debe actuar estratégicamente, desarrollando un proceso flexible que le permita cumplir las metas sin importar los cambios externos.

Además un líder debe promover la innovación para seguir creciendo y mejorando sus productos y servicios.

Es por eso que un líder es consiente de aprovechar todos los recursos como las redes sociales, aumentando los alcances de su organización; permitiéndole aumentar su networking, que se traduce en la oportunidad de promover la colaboración con otros. De dicha forma deben inspirar compromiso para poder interesar a los empleados de tal manera que todos se motiven a hacer la diferencia y así aumentar el valor agregado de su producto. Finalmente un líder debe ser flexible, dispuesto a escuchar a los demás y cambiar en búsqueda de nuevas oportunidades que le den una mirada fresca a su empresa.

¿El fin de la jerarquía empresarial?

Según un estudio realizado por Deloitte solo el 38% de las empresas han transformado su organización, pero de ellas el 98% han aumentado su eficiencia y resultados significativamente.

Esto muestra que cada vez son más las empresas que se alejan del concepto de jerarquía de la era industrial. Se está creando entonces una estructura lateral que le permita a las empresas conectar sus diferentes áreas internas con el fin de optimizar el trabajo y promover la cooperación. En el estudio se relaciona al nuevo modelo empresarial con una ameba, ya que son grupos de equipos que cambian y se mueven para adaptarse a las necesidades del negocio.

Este es un debate que ha generado mucha polémica en el sector empresarial, especialmente por una mala interpretación del concepto y es que no se está proponiendo que no exista la figura de un superior, ni que no se definan los roles sino una manera menos jerárquica de dirigir una empresa empoderando a todo el equipo y así aumentando el impacto de la empresa. Y tú, ¿eres un jefe o un líder? ¿estás dispuesto a cambiar?