De dimensiones épicas ha resultado la disputa entre estos dos colosos. El cantante de Sorry ha retirado su amistad a quien, hasta hace poco, consideraba uno de sus mejores amigos.
La enemistad comenzó cuando Bieber dejó de seguir a Mayweather en Instagram. Este hecho provocó el enfado del boxeador que no daba crédito a lo sucedido. La estrella del pop cortó todos los lazos que le unían al campeón mundial a pesar de haber compartido juntos numerosas vivencias. En la toma de esta decisión pesó la influencia del Pastor de la iglesia que el artista frecuenta últimamente.
Una amistad forjada durante años
Ambos se profesaban un cariño y respeto mutuo que era palpable en sus numerosas apariciones juntos. No era extraño encontrarlos compartiendo su tiempo libre, incluso, se les vio realizando un viaje a la isla de Bora Bora, en la Polinesia Francesa, para disfrutar de sus vacaciones. En más de una ocasión, se ha visto al cantante de That Should Be Me acompañando a la estrella del Boxeo en sus peleas, sirviéndole de apoyo moral.
Son incontables los momentos que han vivido juntos, pero eso se acabó. El púgil y el artista han cortado toda comunicación, tanto a través de las redes sociales como en persona. Quienes parecían uña y carne se han convertido en verdaderos extraños.
La actual influencia de la Iglesia en Justin Bieber
Mayweather ha conseguido vencer, a lo largo de su carrera, a titanes como Sharmba Mitchell, Zab Judah o Carlos Baldomir, sin embargo, no ha logrado derribar los prejuicios que ciernen sobre él. El pastor Carl Lentz califica al sobrino de Black Mamba como una mala influencia para el archiconocido artista de veintitrés años.
Justin, que ha cancelado su gira Purpose World Tour, se encuentra obnubilado por el carisma de su guía espiritual, que ejerce una influencia innegable sobre él.
Carl Lentz es el primer líder de la Iglesia de Hillsong en los Estados Unidos de América. Está casado y tiene tres hijos. Todos menores de siete años. Se formó Hillsong College (Australia) y abraza un cristianismo sencillo.
El referente de Justin no cumple con la imagen que muchos esperan de él. Viste pantalones vaqueros, luce tatuajes, conduce un Cadillac y no esconde su sex-appeal. "Hay un estereotipo. Mucha gente piensa que los cristianos están fuera de contacto, pero el Evangelio no debe hacerte extraño...". "Jesús estaba haciendo lo mismo. Él estaba entre prostitutas. No estoy loco. No quiero ocultar mi identidad como pastor" declara convencido el líder religioso.