Vivimos en una sociedad que en algunos momentos provoca auténtico pánico ya que todo va demasiado rápido, se vive una auténtica crisis económica, mucho estrés con los problemas de salud que acarrea, cada vez más competencia...

Todo esto está provocando que se esté poniendo de moda lo que se conoce como Antiprogreso es decir apostar por la comida ecológica, se han vuelto a poner de moda los móviles retro o irse de retiro enmedio de la naturaleza y disfrutar del silencio. No es la primera vez en la historia que sucede algo así.

Ya durante el siglo XVII un equipo de médicos de Suiza creó un tratamiento para la nostalgia que era vista como una grave enfermedad.

La receta era una mezcla de opio, sanguijuelas y realizar largas caminatas por las montañas suizas.

Y hoy en día la población sigue sufriendo el mismo problema con distintos nombres, pero la solución es algo diferente: antidepresivos, practicar deporte (running es el más recurrente) y dieta detoxicante. Y cada vez hay más personas que se encuentran muy infelices ante la sociedad que tienen delante y prefieren el Antiprogreso.

Cada vez encontramos más gente que prefiere adquirir un modelo viejo de Nokia, hacer sus propias recetas con las verduras que cultivan en su propia huerta antes que ir a un restaurante y dejarse medio sueldo en uno con estrellas Michelín o disfrutar del silencio antes que disfrutar del chiringuito de playa.

Cada vez hay más corrientes en contra de vivir en un mundo hiperconectado, defendiendo vivir en otro cada vez más natural posible y reivindicar al ser humano como lo principal en lugar de una sociedad demasiado industrial, la búsqueda de un equilibrio en defensa de un buen estado de salud...

Las grandes marcas han visto que hay mercado

Por ejemplo, Carrefour ya ha abierto su primer Carrefour Bio en España, su supermercado ecológico donde podremos comprar salchichas de tofu, semillas de chía o zumo de aloe vera, en uno de los barrios más alternativos y más de moda de Madrid, Malasaña, donde es más fácil encontrar gente montando en bicicleta que en moto.

Este tipo de personas se conocen como tecno-relativistas: personas que viven con todos los beneficios de un ambiente urbano, pero teniendo un pensamiento escéptico hacia el desarrollo tecnológico que se está viviendo.

Muchas personas dicen que estamos ante una moda y muy cara, ya que el tipo de productos que compran son de precio elevado mientras otros defienden que es una filosofía de vida.