No sólo en Madrid y en Barcelona se sufre la subida del Alquiler provocando que los vecinos de toda la vida tengan que abandonar sus barrios de siempre o que las zonas céntricas queden relegadas a los apartamentos reconvertidos en turísticos.
Pues bien, en Berlín, los vecinos han decidido contraatacar con pedradas, denuncias y mucha paciencia para luchar contra la subida descontrolada de los precios de la vivienda.
Pero no sólo son los vecinos, también las autoridades han decidido luchar contra la subida acelerada de los precios de las viviendas.
En algunos barrios, incluso la policía advierte de que se han llegado a destrozar ventanas a base de pedradas de manera deliberada en medio de esta guerra.
El barrio de Kreuzberg se ha convertido en una de las zonas que más atacan las brigadas "anti gentrificación".
La subida de las viviendas viene a causa del crecimiento desmesurado del alquiler en una ciudad que se caracteriza por tener rentas bajas, con un catálogo impresionante de casas de alquiler barato, bastante espacio para seguir construyendo y con mucho margen de beneficio, que se ha convertido en el centro de una guerra entre inquilinos autoridades e inversores en medio de una importante transformación y que se parece mucho a lo que está sucediendo en ciudades como Londres.
Se reinventan los centros de la ciudad y la población acaba desplazándose hacia la periferia o viviendo en ciudades-dormitorio, ya que no pueden pagar las rentas desorbitadas del centro.
Berlin, por ejemplo, recibe doce millones de turistas al año cuando antes no tenía ningún interés no atraía a la industria del turismo que la consideraba una ciudad pobre aunque sexy.
Por otro lado, cada año llegan a la ciudad 50.000 nuevos residentes de distintos puntos de Alemania y de otros países del continente europeo en busca de un puesto de trabajo.
Todo esto provoca que el berlinés (que prefiere alquiler que comprar una vivienda) se encuentre con muchos problemas a la hora de conseguir alquilar una vivienda ya que el sueldo que reciben no se lo permite.
Pero los berlineses han decidido tomarse la justicia por la mano y contestar a pedrada limpia ya que los juzgados están colapsados con tanta demanda y las autoridades están buscando la manera legal para evitar que el centro de la ciudad se convierta en un centro sólo para turistas.
Aunque los ciudadanos que se oponen a la gentrificación están girando a la violencia a diferencia de lo que sucede en otras ciudades del continente.
Sin duda, la compra de edificios completos por parte de fondos extranjeros, la intervención de las inmobiliarias, etc., parece que se está convirtiendo en un problema europeo no sólo español.