Y, ¿cuáles son las consecuencias de sufrir maltrato psicológico, de manera continua? Los psicólogos indican que las consecuencias pueden ser variadas, ya que, las víctimas viven una situación de estrés crónico, lo que puede llevar a sufrir enfermedades, incluso, físicas. O, incluso, derivar a enfermedades que la víctima sufría en estado latente.

Por ejemplo, una víctima de maltrato psicológico tienden a sufrir ansiedad, problemas con la alimentación, mala calidad de sueño, cefaleas, cansancio crónico, depresión, consumo de pastillas, un alto riesgo de acabar con una fuerte adicción al alcohol.

Ser víctima de malos tratos psicológicos puede suceder en cualquier ambiente socioeconómico o ámbito laboral. Pero, si se puede saber si una mujer sufre malos tratos psicológicos, ya que, todas siguen un patrón determinado, provocado por la acción del maltratador: inseguridad, una casi o total falta de autoestima, impotencia a la hora de buscar una solución a un problema, culparse de todo, sensación de haber fracasado en la vida, justificar el propio maltrato y lo más importante: no se admite que se está sufriendo malos tratos psicológicos.

Por otro lado, la propia sociedad suele justificar el mal trato: se toleran pequeñas humillaciones, que se consideran bromas; desprecios; se considera lógico que la pareja controle las redes sociales de la mujer -no si fuera a la inversa-; es normal que la mujer pida permiso al hombre, a la hora de tomar una decisión -una cosa es pedir una opinión, otra cosa, pedir permiso-; es lógico que la mujer aguante los gritos del hombre, en público -no a la inversa-.

Y, si la mujer quiere que la relación dure, debe aguantar todo esto. Si no, se quedará sola, por tener un carácter complicado.

Y, ¿cuál es el perfil del hombre que maltrata?

Pues, casualmente, es un hombre con una gran inseguridad, con muy poca empatía, que le gusta controlar todo, por miedo a perder lo que tiene. Está demostrado que un hombre maltratador suele haberse criado en un ambiente de malos tratos y, en muchos casos, el alcohol es un agravante.

Nadie puede justificar el maltrato y, por esa razón, debemos dejar la relación; o, si vemos que una persona sufre malos tratos, debemos dar la voz de alarma.