El Gobierno del País Vasco ha implementado, desde el pasado ciclo lectivo, un sistema de tolerancia cero al absentismo escolar. Para ello requiere del trabajo del centro de estudios y los docentes. Cada maestro y profesor tiene la obligación de apuntar las faltas a sus clases y conversar con el alumno para conocer los motivos que la originaron. La segunda falta del menor a la escuela, es informada directamente a los padres o tutores. De la actitud colaborativa de estos depende si las ausencias siguientes del niño son informadas a ámbitos superiores o se trabaja en conjunto para revertir esta situación.

Hasta la fecha, son cerca de 1.500 los jóvenes vascos que han retomado los estudios o evitado la deserción escolar.

Para mejorar y evitar el absentismo escolar cada comunidad tiene un protocolo y medidas de actuación. En la mayoría de los casos, éstas acciones pretenden ayudar tanto al centro como a las familias. Para ello es fundamental lograr la sensibilización de la importancia de la educación en las distintas regiones. Mucho antes que la intervención estatal, y con mejores resultados, están las acciones destinadas a prevenir las faltas reiteradas de los menores.